Cataluña

Catalonia is Spain Bandera blanca por Alfonso Merlos

La Razón
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Ya se sabe que Catalonia is not Spain. O eso siguen sosteniendo en pleno siglo XXI los prebostes más cavernícolas del nacionalismo. Pero claro, también se sabe que la pela es la pela, y que de donde no hay no se puede sacar. Incluso cuando uno es separatista patanegra. Así que hasta aquí hemos llegado; o sea, al punto previsto y por las circunstancias perfectamente anunciadas.

El problema no es que el Gobierno regional de Mas se vea obligado a guardar la estelada y sacar la bandera blanca; es decir, el trapo que se hace ondear para anunciar la rendición o para pedirle diálogo al enemigo o para decretar un cese de las hostilidades. El problemón es que una parte de nuestra nación, de inigualable potencial de crecimiento por mil razones distintas, haya terminado cavándose un pozo y con su riqueza hecha jirones por las políticas suicidas y pequeñas de quienes todo lo confían a la ideología y a la tribu dando la espalda al ciudadano.

Es insultante y aberrante que los siempre desafiantes y altaneros capitostes de CiU se vean obligados a reconocer que no pueden más. Sin admitir, naturalmente, que no pueden porque sus onerosos consejos comarcales, sus ruinosas televisiones autonómicas, sus embajadas de la señorita Pepis, sus abrasivas subvenciones identitarias y toda suerte de sinecuras asociadas al terruño les han llevado al hoyo y les sitúan sobre una fosa en caída libre.

Lo de menos es que, en un gesto en absoluto gratuito, los que son sólo a ratos adversarios de Madrid hayan anunciado su desesperación en la BBC. Forma parte de su deslealtad y de su cobardía. Lo de más es que Cataluña terminará pidiendo un crédito con el que, si prosigue su orgía de chovinismo y su borrachera de gasto público, no va a tener ni para pipas.