Villalobos: «Nos ajustaremos el sueldo yo el primero»

SEVILLA- El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, señaló ayer en la ceremonia de celebración del Día de la Provincia que la institución provincial cumplirá «a rajatabla» las últimas medidas de ajuste propuestas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para paliar el déficit. «A día de hoy todo capítulo de gastos de personal en los ayuntamientos que exceda de unos porcentajes en torno al 30% deberá reajustarse –incidió–. Ahí también va a estar la Diputación».Villalobos afirmó que «las medidas de ajuste para estar con los más desfavorecidos son necesarias en estos momentos», al tiempo que recordó que «ya venimos congelando los sueldos de los cargos de libre designación desde 2007 y ahora nos ajustaremos esos sueldos, yo el primero». Por otra parte, reivindicó que dentro de la actual coyuntura económica, «el objetivo primordial ha sido apostar por la estabilidad en la esfera local», y además, criticó «la perversión que se comete al generalizar determinados casos de corruptelas a todo el espectro local, porque la raíz no es local, sino que la precariedad de las arcas municipales y la crujida que el gran capital asestó al sistema fueron un cóctel letal para los intereses de los ayuntamientos»·Sobre los recortes presupuestarios previstos por el Gobierno central también se pronunció el alcalde. Alfredo Sánchez Monteseirín animó, en un acto de apoyo a Zapatero en Elche, a los consistorios a demostrar «coraje, honradez, y proximidad» en estos momentos de «dificultades». En este sentido, apostó por utilizar la «cercanía municipal» para que las «medidas» tomadas por el Ejecutivo «puedan ser comprendidas» por las personas.Al contrario que Villalobos, eludió referirse a su situación personal y no adelantó nada sobre los ajustes que realizará en su propia «casa», donde aún no se han aprobado los Presupuestos. El presidente del Gobierno prevé recortar 15.000 millones de euros de gasto en 2010 y 2011 para reducir el déficit al 3%. Este «tijeretazo» afectará de manera directa a los funcionarios, a los que se recortará hasta un 15% de su sueldo, y supondrá un retraso medio de un año en grandes proyectos de la ciudad como el metro o la SE-40, que incluso pueden quedar «estancados» al verse comprometida la aportación estatal.