Medidas económicas
Una chapuza por Sandalio GÓMEZ LÓPEZ-EGEA
La reforma laboral sigue siendo la asignatura pendiente. El año pasado se aprobó una reforma tardía, incompleta y timorata, que no entró en ninguna de las claves. El objetivo de crear las mejores condiciones posibles en el ámbito laboral se abandonó por miedo a la reacción de los sindicatos. Se avanza a trompicones, obligados por la UE y sin el convencimiento necesario.
Veamos: la reforma laboral aprobada en 2010 no se atrevió con la negociación colectiva, lo que obligó a legislar al Gobierno un año más tarde, eso sí, sin querer saber nada de los cambios reales que permitieran agilizar los convenios. Tampoco se atrevió a entrar en los tipos de contratos, necesarios para combatir el paro juvenil, ni en el impulso del trabajo a tiempo parcial, fundamental para conciliar trabajo y familia.
Ahora el Consejo de Ministros aprueba algunas de estas medidas, pero con límite temporal, que es una manera de expresar que no se está de acuerdo con ellas. De nuevo nos encontramos ante una reforma miedosa, que no convence a nadie y que no se atreve a afrontar de verdad las grandes lacras del mercado laboral. Una chapuza sobre otra chapuza. ¿Hay alguien que dé más?
Sandalio Gómez López-Egea
Profesor del IESE
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