Era mucho peor por José Antonio Vera

Los filtradores de la información interesada según la cual el Gobierno de Rajoy habría inflado la cifra del déficit de 2011 para que el recorte real en 2012 fuese menor deberían ahora explicar con detalle en qué se basaba esa información o en su caso hacer público el origen. Aquella tarde algunos medios estuvieron zahiriendo al Ejecutivo y dando paso a reacciones iracundas de la oposición montadas sobre la base de algo que era un simple rumor. Pero a Rajoy le llamaron mentiroso al tiempo que anunciaban algunos terribles males para España como consecuencia de la presunta mentira. Ayer, Montoro dio a conocer oficialmente que el dato del déficit no era ni tan siquiera el que se anticipó, sino uno todavía mucho peor: el 8,51%. Lo que quiere decir que sí que podría haber sanciones, pero no por hinchar la cifra sino por no haberse sabido contener en el 6% previsto. Lo que quiere decir que el ajuste que tendremos que hacer en 2012 no serán los 16.000 millones calculados sino más de 40.000. Esa es la razón por la que el Ejecutivo decidió subir con urgencia los impuestos, y está también en el origen de los ajustes actuales y de la ley de transparencia. Ciertamente, con los datos puestos ayer sobre la mesa habría que pensar en que la gestión de algunos responsables políticos ha sido más que negligente, y en algún caso cabría hablar incluso de responsabilidades procesales. El señor Barreda debería explicar por qué dejó Castilla-La Mancha con un déficit del 7,3; o Fernández Vara Extremadura con el 4,59; o el señor Valcárcel Murcia con el 4,33; o el tripartito catalán con el 3,72. La única autonomía que cumplió sus deberes fue Madrid, seguida por Galicia, donde Núñez Feijoó se ha empeñado en hacer de su comunidad un modelo de austeridad.