El esperma de los polígamos es mejor

La monogamia perderá adeptos si lo que hoy se ha comprobado en ratones, es también aplicable a los humanos. Porque según un estudio publicado en «BMC Evolutionary Biology» los espermatozoides de los roedores polígamos son mejores competidores en lo que se refiere a la fertilidad. Los investigadores descubrieron, tras analizar 12 generaciones de monógamos y polígamos, que estos últimos producen más esperma, y éste tiene mayor movilidad que el de los machos de «una sola hembra».

Antidepresivos contra la menopausia
Los sofocos a los que las mujeres se enfrentan cuando llegan a la menopausia podrían minimizarse gracias a un antidepresivo. Según un estudio de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos que se publica en la revista «Journal of the American Medical Association» (JAMA), las mujeres que estaban en este periodo veían reducida la frecuencia y gravedad de los sofocos con el uso de escitalopram. Las féminas recibieron entre 10 y 20 mg/día de escitalopram o un placebo durante ocho semanas. La frecuencia media de los sofocos al inicio del estudio era de 9,8 al día. El escitalopram se asoció con una reducción significativa en la frecuencia de estos eventos y la media descendió a 5,26 sofocos diarios.

Pitillo veo, pitillo quiero
Cuando un fumador se sienta ante el televisor y un actor enciende un cigarro, automáticamente repite los mismos movimientos de las manos. Lo afirman en un trabajo del Colegio Dartmouth en Hannover (EE UU) publicado en el «Journal of Neuroscience». Durante el estudio, 17 fumadores y 17 no fumadores observaron una película con escenas de tabaquismo mientras pasaban por imágenes de resonancia magnética. Cuando veían el tabaco, los fumadores mostraban mayor activación en parte del lóbulo parietal y en otras áreas de coordinación de acciones.

Células «policía» contra el cáncer
Las células que cubren los vasos sanguíneos pueden regular y controlar los tumores, según un estudio publicado en la revista «Science Translational Medicine». Los científicos sugieren que los vasos no sólo portan sangre al cáncer, sino también estas células llamadas endoteliales. A través de este proceso pueden controlar muchos de los aspectos agresivos del cáncer. Para ello, los investigadores usaron una matriz con este tipo de células que permitió situarlas cerca de los tumores. Así, descubrieron que segregan múltiples moléculas capaces de regular las unidades cercanas al tumor de mama y de pulmón. Dichas moléculas hacen a la enfermedad menos agresiva, porque reducen las señales moleculares que dirigen estos procesos.