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Barcelona prohibirá el ejercicio de la prostitución en la calle en mayo
BARCELONA- Ni la ordenanza de civismo, ni la presión policial, ni el plan contra la prostitución callejera han logrado erradicar el oficio más antiguo del mundo de las calles de Barcelona. Pero tras un cambio de mayorías en el Ayuntamiento de Barcelona, después de las últimas elecciones municipales –con CiU en el gobierno y el PP en la oposición con nueve concejales–, la comisión de Presidencia dio ayer un paso para probar una nueva medida: prohibir la prostitución en la calle.
CiU apoyó una propuesta del PP para modificar la ordenanza de civismo, que PSC, CiU y ERC aprobaron en el año 2006. Concretamente, los artículos 39 y 40, que obligan a avisar a los clientes y las prostitutas antes de multar, y permite ejercer la prostitución en la calle, siempre y cuando, no sea a menos de 200 metros de una escuela y no monipolice el espacio público, es decir, conviva con otras actividades.
Sanciones más duras
Este cambio comporta sanciones más duras para los clientes y las prostitutas. La concejal Àngels Esteller avanzó que el PP propone multas de 300 euros por ofertar, negociar o ejercer un servicio sexual retribuido en la calle, y de 700 euros, cuando se haga a menos de 200 metros de un colegio. «Los clientes temen las multas porque implican estar registrado», aseguró.
Aunque, por ahora, sólo es una propuesta. Porque la modificación de la ordenanza, antes de ser aprobada, saldrá a exposición pública durante 30 días para que puedan presentarse alegaciones. Luego, regresará a la comisión de Presidencia y si no sucede nada extraño, se debatirá en el pleno de mayo, donde tiene todos los números de salir adelante con los votos de CiU y PP. El primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, defendió el «claro» compromiso del Ayuntamiento para erradicar la prostitución callejera, pero el gobierno municipal presentará alegaciones.
También lo harán el resto de grupos de la oposición, PSC, ICV y Unitat per Barcelona (UxB) que ayer insistieron en dos argumentos. Uno, que el Ayuntamiento no puede pretender prohibir la prostitución a través de la ordenanza de civismo, cuando el Código Penal no lo hace. Sobre todo, porque la ordenanza de civismo «no tipifica actitudes», sino que sirve para actuar en defensa de la convivencia del espacio público, recordó la concejal socialista, Assumpta Escarp. Y dos, que prohibiendo la prostitución en la calle, se esconde el fenómeno y se dificulta el trabajo de las entidades sociales que trabajan con las mujeres. La oposición reclamó que el PP mueva ficha en Madrid, pero Esteller confirmó que por ahora el debate no está sobre la mesa.
En un intento de destensar el debate, Forn aseguró que se priorizarán los instrumentos para actuar con más firmeza contra los clientes y se reforzarán los recursos para reinsertar a las prostitutas en la sociedad.
Análisis de la situación
Perfil
- Mientras se debatía si hay que crear «barrios rojos» como el de Amsterdam o prohibir la prostitución, la Agencia del Abordaje Integral del Trabajo Sexual (Abits), que entró en funcionamiento en 2006, como contrapeso a la ordenanza de civismo, trabaja en el anonimato. En cinco años ha abierto 937 expedientes, aunque en 2011 tenía activos 386. El 85 % de las mujeres atendidas en 2011 era extranjera, el 34 % era del Este, sobre todo rumanas; otro 34 % de origen latinoamericano; las nigerianas alcanzaron un 21 % y las españolas, el 15 %. El 55 % tenía menos de 24 años.
distribución geográfica
- Aunque el Raval era y sigue siendo el principal punto de prostitución de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades sociales que trabajan con este fenómeno tienen localizados seis focos en los que se ofrece sexo callejero: dos en Ciutat Vella, en la Rambla y las calles cercanas del barrio Gòtic; en la zona del Raval delimitada por las calles de Sant Ramon, Robador, Sant Pau y Espalter; en las proximidades del Camp Nou y la zona Universitaria del distrito de Les Corts; en la plaza de las Glòries y la calle Wellington, detrás del zoo; y en la Mare de Déu del Port, aunque aquí la actividad es de mujeres con problemas de droga.
Reinserción
- El gobierno de Xavier Trias, que siempre se ha mostrado abolicionista, reforzó el año pasado con un 67 % el presupuesto dedicado a la Agencia del Abordaje Integral del Trabajo Sexual (Abits), hasta alcanzar 1.381.936 millones. La agencia se encarga de contactar con prostitutas que ejercen en la calle para ofrecerles ayuda social. Uno de los proyectos que impulsó este año es actuar en origen para evitar que las mafias traigan engañadas a chicas nigerianas. Además ha suscritos convenios con entidaes y estudia conmutar multas por trabajos.
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