Sevilla
Juan Ignacio Zoido: «Se notará muy pronto que la ciudad funciona»
Durante la entrevista, repite hasta en cinco ocasiones la palabra obsesión para referirse a la creación de empleo. En la campaña aludió a diario a «la tasa de paro del 27%, el 48% entre los jóvenes y el 52% en las mujeres», aunque los porcentajes no son tan dramáticos como los casos reales que le cuentan quienes le paran por la calle, que son legión antes y ahora.
¿Se le está haciendo más larga la espera hasta la toma de posesión como alcalde que la campaña electoral?
-Nada se hace largo. Cuando uno trabaja con ilusión, el tiempo pasa volando, ya ha transcurrido una semana desde las elecciones y parece que fue ayer... Hemos seguido atendiendo a personas que tienen problemas y nos estamos preparando para que el cambio tranquilo que hemos venido anunciado tanto tiempo sea una realidad y un modelo de eficacia.
-¿Qué es lo más le pide esa gente que le asalta por la calle?
-Empleo, empleo... La demanda de empleo es tremenda y además a todas las edades, me preocupa hasta el punto de que llega a ser una obsesión para mí generar el clima necesario para crear empleo en nuestra ciudad.
-Cuando uno obtiene 20 concejales en unas municipales ya sabe que tiene un gran apoyo ciudadano pero, ¿se esperaba esta suerte de ‘Zoidomanía' que se ha desatado tras el 22-M?
-No me lo esperaba, y además me tomo los 20 concejales con mucha humildad y modestia. No podemos defraudar el respaldo tan mayoritario que hemos tenido y voy a ejercer esa mayoría absoluta como si fuera muy simple, con el objeto de respetar a todo el mundo y de hacer ese cambio tranquilo que Sevilla demanda. Así que mucho respeto, mucha prudencia y mucha humildad a la hora de ejercer el gobierno.
-Además de derogar el Plan Centro, como ha reiterado, qué medidas llevará a su primer Pleno como alcalde.
-Ante todo, aprobar un gobierno que reduzca los cargos públicos e imponga austeridad en el gasto. La austeridad debe presidir las distintas áreas y distritos, aunque austeridad no significa que no vayamos a gastar, sino que lo haremos mejor y atenderemos ante todo aquellos problemas sociales más urgentes. En definitiva, daremos una respuesta a los ciudadanos siendo más eficaces y gastando mejor el dinero del que se dispone. No al despilfarro.
-Su anuncio de que cambiará el mobiliario urbano del centro ha levantado las primeras críticas.
-Pero eso no es prioritario, y ahora mismo no se va a hacer.
-¿Y qué es lo prioritario?
-El empleo, que más que prioritario es una obsesión. Vamos a trabajar de manera transversal desde todas las áreas para generar inversión, aumentar el tejido productivo y crear puestos de trabajo. Esto generará un aumento del consumo, lo que a su vez volverá a crear más puestos de trabajo, y así sucesivamente. Tenemos un margen de crecimiento muy amplio y lo queremos aprovechar.
-¿Qué principal diferencia percibirá el ciudadano entre su Gobierno y el de los últimos años?
-Que vamos a tomar las medidas que sean necesarias para que la ciudad funcione, así como todos sus servicios públicos. Aumentará la frecuencia de paso de los autobuses de Tussam, mejorarán la limpieza y la movilidad, eliminaremos los atascos... En definitiva, conseguiremos que la ciudad funcione. Y eso lo van a notar muy pronto.
-¿Exigirá a la Junta una modificación del proyecto del metro?
-Quiero llegar a la Alcaldía tendiendo la mano a las administraciones. Voy a ser muy respetuoso desde el punto de vista institucional, pero al mismo tiempo también muy firme en la defensa de los intereses de los sevillanos. Y creo justo que los sevillanos de hoy, pero sobre todo los del mañana y el siglo que viene, tengan derecho a disfrutar de un metro de primera, moderno, en subterráneo y que vertebre todos los barrios de la ciudad para que vaya creciendo poco a poco.
-O sea que sí la pedirá...
-No estoy conforme con un metro con grandes tramos en superficie, me parece volver a poner barreras a lo largo de la ciudad, como ya lo fueron en su día las vías de la estación de Cádiz a su paso por San Bernardo o las de la estación de Córdoba que se quitaron para la Expo del 92. Así que levantar otras barreras sería un atraso.
-¿Y confía en entenderse con la consejera?
-Yo quiero convencerla y estoy seguro de que la voy a hacer reflexionar, porque no exigimos que se haga el año que viene, somos conscientes de que eso no puede ser, pero al menos que se haga bien, que no diseñemos un metro barato en época de crisis para que luego mañana no ofrezca la respuesta necesaria.
-Teniendo en cuenta el tono crispado que ha tenido la campaña electoral, ¿qué tipo de oposición espera por parte de PSOE e IU?
-No lo sé, porque como suelen decir una cosa y hacer otra... El señor Espadas dijo que quería una campaña limpia, y yo no he hecho jamás ni un comentario a sus propuestas, pero insultos y descalificaciones he recibido bastantes. Por lo tanto, le pediría a IU y al PSOE que, como estamos viviendo una época muy delicada para Sevilla, con el paro a niveles insostenibles, entre todos juntos tenemos que ayudar a salir de esto y espero y confío en contar con ellos. Les voy a tender la mano, allá ellos si van a aceptarla o no.
-¿Qué cree que ocurrirá?
-Mi voluntad de diálogo es la misma que en el pasado mandato. Recuerdo que nada más comenzar le pedí una reunión al señor Monteseirín para ofrecerle cinco grandes pactos para la ciudad y obtuve el silencio por respuesta. Me recibió, le dejé mis propuestas y no he vuelto a tener noticia de los cinco pactos. Así que si tienen un planteamiento serio para defender los intereses de los sevillanos y dejar a un lado los intereses partidistas, encontraremos los puntos de acuerdo para todos juntos contribuir a mejorar Sevilla.
-¿Qué sorpresa teme encontrarse en los cajones?
-No lo sé, pero alguna nos encontraremos. Me preocupa mucho el paso soterrado de Bueno Monreal, es un proyecto que debía estar acabado en nueve meses, llevamos ya dos años y medio y no dan una fecha de finalización. Quiero ver cómo están esos proyectos y espero no encontrarme alguna sorpresa.
-¿La delicada situación económica le condicionará mucho?
-Nos obliga a procurar saber de qué deuda real estamos partiendo, no la que nos dicen, sino la real, para proceder a refinanciarla y, con la reducción de altos cargos y mucha austeridad, ser capaces de obtener fondos para atender a los problemas sociales. Pero los proyectos deben salir de la mano de la colaboración público-privada, no hay otra manera, porque no hay dinero en el Estado, ni en la Junta, ni en el Ayuntamiento.
-Torrijos augura una etapa larga de gobierno del PP.
-Eso lo deciden los sevillanos, todo aquel que se crea un adivino se puede equivocar. Nosotros vamos a procurar hacer las cosas bien, pero hay que trabajar día a día para resolver los problemas de los sevillanos y ya se verá qué pasa cuando haya elecciones.
-O sea que después del récord de 20 concejales no piensa en batir el de los tres mandatos...
-Hay que ser muy prudentes y obsesionarnos por mejorar el empleo, lo que vaya a pasar dentro de cuatro años, sabiendo que hay miles de parados que lo pasan mal, no me preocupa.
El alcalde que vivía obsesionado
Durante la entrevista, repite hasta en cinco ocasiones la palabra obsesión para referirse a la creación de empleo. En la campaña aludió a diario a «la tasa de paro del 27%, el 48% entre los jóvenes y el 52% en las mujeres», aunque los porcentajes no son tan dramáticos como los casos reales que le cuentan quienes le paran por la calle, que son legión antes y ahora. Ya le recordó a un joven «indignado» que su hijo mayor, Juan Ignacio, «tiene dos carreras y dos idiomas y está parado», así que le da vueltas a la cabeza «para que ningún sevillano tenga que renunciar a su proyecto de vida en su ciudad al verse obligado a trabajar fuera».
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