Lorca
El TSJ deja en libertad a Eguino pero le prohíbe salir de España
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia acordó ayer mantener la libertad provisional para el ex gerente de la empresa de limpieza pública de Lorca, Limusa, Francisco Gil Eguino, condenado a siete años y medio de prisión en el marco del juicio del denominado caso Limusa.
Murcia- No obstante, el TSJ acordó adoptar como medidas cautelares contra el acusado la obligación de comparecer de manera quincenal en el juzgado, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional. De esta manera, los magistrados Juan Martínez Moya, Julián Pérez-Templado Jordán y Joaquín Ángel de Domingo Martínez decidieron rechazar la solicitud presentada por el fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, en la vista celebrada el martes y donde pidió la entrada en prisión para Eguino mientras transcurra el recurso de casación presentado por la defensa del acusado ante el Tribunal Supremo.
En opinión de Lozano, existen pruebas lógicas que llevan a temer que Gil Eguino pueda escapar del país. El fiscal fundamentó este supuesto en la situación familiar, sentimental y económica de la que goza el ex gerente de Limusa. Éste declinó ayer hacer declaraciones a la salida de las dependencias del Palacio de Justicia y no se pronunció ni realizó ningún tipo de valoración sobre la decisión adoptada por los magistrados de la Sala Civil y Penal del TSJ.La decisión del TSJ obedeció a que el tribunal no consideró «necesaria en grado suficiente» la medida de prisión provisional, ni estimó que su aplicación estuviera en correspondencia con las dimensiones del caso. Aún así, Eguino deberá comparecen en sede judicial dos veces al mes para comunicar cualquier cambio de domicilio que pueda llevar a cabo.
De esta forma, hasta que el Tribunal Supremo dictamine su sentencia, el ex gerente de Limusa podrá permanecer en su domicilio siempre y cuando éste sea dentro del territorio español. Su abogado, Jaime Peris, confía en que el Supremo tumbe la sentencia que encontraba a su defendido culpable del delito de malversación de caudales públicos, acto que presuntamente estuvo llevando a cabo durante su permanencia en el cargo como gerente de la empresa Limusa y que supuestamente utilizó para desviar fondos con destino a clubes de alterne y cenas copiosas. Todo esto, queda a expensas de ser ratificado o desmentido por parte del Tribunal Supremo.
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