Málaga

Carmen Thyssen: «Borja tendrá el Goya pero en herencia»

Tiempo atrás, no mucho, Borja Thyssen dijo que «no había ningún impedimento moral para demandar a mi madre». Y acaba de hacerlo. Carmen Thyssen se ha topado con una demanda por la que su hijo le exige dos lienzos que, según él, le dejó en herencia el barón Thyssen.

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Se trata de un cuadro firmado por Goya, valorado en más de 800.000 euros, «Una mujer y dos niños en la fuente», y otro lienzo atribuido a Corrado Giaquinto, «El bautismo de Cristo». La baronesa está tranquila al otro lado del teléfono y asegura que «el patronato del Museo ha ido muy bien. Hemos tratado una docena de temas. No ha habido tensiones. Estoy bastante contenta porque tenemos un remanente de 4 millones de euros, que yo creo que no lo tiene ningún centro artístico en España».

Un hombre utilizado
Es ella misma quien aborda el espinoso tema de la demanda filial sin el menor rubor, que ayer se puso sobre la mesa del patronato como asunto importante. ¿Se lo esperaba? «La verdad es que no me ha pillado por sorpresa. Nunca hemos tenido problemas, jamás, pero su vida ha tomado otro rumbo. No recuerdo que me dijera alguna vez que quería esto o lo otro, nunca. Digamos que ha sido una sorpresa desagradable. Además, este tipo de acciones lo que hacen es debilitar paulatina y continuamente el prestigio de mi hijo. Le están utilizando y no sé si es consciente de ello. El asunto es tremendo». Carmen Thyssen asegura que el tema está en manos de sus abogados, «por ahora poco más puedo decir».

Carmen Thyssen no quiere que queden cabos sueltos en este asunto y se apresura a explicar que el Goya es un cuadro que tanto ella como el barón siempre desearon «que fuera para Borja, por su temática», con una fuente, asemejándose a una pila bautismal. «Fue testigo de su bautizo. Siempre dije que me gustaba y que quería que fuera suyo, lo que no significa que se lo haya regalado. Ha formado parte de varias exposiciones y me gustaría que lo tuviese..., pero el día de mañana. En herencia será suyo, pero en herencia y no antes», dice subrayando las últimas palabras. El asunto viene de lejos y se remonta a 2009, cuando el hijo de la baronesa se personó en el Thyssen para reclamar ambas obras.

Al tiempo que un frente se abre, otro se cierra, temporalmente. La baronesa ha decidido, de momento, dejar en suspenso la venta de «La esclusa», de Constable, una obra que «podría ayudarme con ciertos problemas de liquidez que tengo», declaraba en marzo a LA RAZÓN, y que parece que están ya resueltos. «Me da muchísima pena que salga de España. Cuento con el permiso de Cultura, a pesar de todas las tonterías inventadas que dijo en su día Francesca», asegura.

Málaga, viento en popa
No todo van a ser malas noticias para la baronesa, que habla con orgullo de la marcha del Museo Carmen Thyssen en Málaga: «Llevamos ya 60.000 visitantes desde que lo inauguramos hace dos meses y el Día de los Museos pasaron por las salas 3.750. Yo creo que es un exitazo, ¿no?». El 13 de junio se abrirá una ambiciosa muestra sobre pintura moderna de su colección, con obras de Miró, Picasso, Tàpies, Monet, Bracque...