Impuestos

Salió Blanco y lanzó un globo sonda acerca de subir los impuestos, siempre y cuando queramos tener unos servicios públicos de primera o de país desarrollado, matizó. Acto seguido se creó el consiguiente revuelo mediático. Ayer reapareció Elena Salgado, la «vice» segunda y ministra de Economía, y dijo que no habrá subida de la fiscalidad, aunque sí se prevé un «ligero ajuste». Oír estas dos palabras cuando se habla de impuestos, tasas y contribuciones varias, y echarme a temblar, es todo uno. Vistas actuaciones anteriores, eso significa que habrá subida segura. En esto del dinero que nos toca aportar a las arcas públicas, no hace falta andar con globos sondas para ver cómo reacciona el personal. La cosa está muy clara: de entrada, no; de salida, creo que tampoco. Dicho de otra manera: que dejen de marear la perdiz, se aclaren de una vez y se atrevan a decir a las claras lo que van a hacer, para que nos preparemos y sepamos a qué atenernos. Tal y como están las cosas, con las arcas del Estado criando telarañas, con las finanzas de las comunidades autónomas en crisis total, y con ayuntamientos y diputaciones con unas deudas multimillonarias y sin dinero para pagar los sueldos y las facturas, por poner unos ejemplos, y casi agotadas otras vías de buscar recursos económicos, me parece que no van a tener otra que aumentar los impuestos. Si es así, deberán coger el toro por los cuernos y hacerlo, a pesar de las próximas citas electorales y de que sea muy impopular. En caso contrario y que no haya subida, pues que estén calladitos y nos ahorren esta serpiente veraniega con sus declaraciones contradictorias, que intranquilizan.