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Melilla

Estrategia calculada

La Razón
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Nada de lo que ocurre en la frontera melillense es ajeno a la voluntad de los gobernantes del vecino país. Ocurrió así el pasado verano y sucede ahora con esta lista de presiones calculadas que empezaron con la creación de un Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla y ha continuado con el anuncio de una marcha desde la frontera de Beni Enzar hasta la Plaza de España para el sábado. Junto a ello, un nuevo conato de boicot al paso de frutas y verduras, la solicitud de un visado para los españoles que quieran visitar Marruecos, la amenaza del cortar el agua a la ciudad autónoma desde los pozos de las poblaciones limítrofes y la denegación de la entrada, el pasado domingo, a dos abogadas españolas que ejercen de observadoras en un juicio contra cuatro saharauis. Todo estratégicamente pensado para intimidar a Zapatero y para recordarle que ha de seguir apoyando a Rabat en el conflicto con el Frente Polisario. El Rey vecino nos tiene tomada la medida y sabe cómo apretar cuando le conviene y de qué manera. Nos ha perdido el respeto hace bastante tiempo y presiona como sería inconcebible que nosotros pudiéramos hacer, por ejemplo, con Gran Bretaña sobre Gibraltar. Los británicos han mantenido posiciones de firmeza sin resquicio de debilidad. Nosotros hemos preferido ir de comparsa pidiendo perdón por casi todo. Así nos va.