ANÁLISIS: Una ley de leyes

Una vez presentados los presupuestos de la Generalitat para este año, el Govern no ha perdido ni un minuto en agilizar las reformas con las que pretende llevar a cabo los recortes. Para ello ha preparado la ley de acompañamiento de los presupuesto y ha publicado en internet el anteproyecto de la ley ómnibus que modifica varias leyes para simplificar y reestructurar la administración. Esta última ha pillado a contrapié a la izquierda.


-¿Una ley ómnibus es la mejor fórmula para introducir cambios en 80 leyes?
Sí. Este recurso legislativo permite cambiar al unísono y de forma más rápida tantas leyes como incluya. En este caso, la ley ómnibus se refiere a 80 leyes diferentes. Modificar este número de normativas una a una requeriría años de trabajo y debate parlamentario.
 

-¿Es la primera vez que se utiliza una ley ómnibus como herramienta para modificar varias normativas a la vez?
No, es la herramienta. Hace dos años, el Gobierno modificó 47 leyes referentes a sectores como la energía, el transporte o las comunicaciones a través de una ley ómnibus para liberalizar el sector de servicios y adaptar la normativa española europea.


-¿Cómo se ha confeccionado la esta ley de leyes?
 Cada uno de los departamentos, a través de sus servicios jurídicos, ha propuesto al ejecutivo cambios legislativos que podrían ayudar a contener el gasto presupuestario o favorecer la entrada de ingresos.


-¿Qué asusta a la oposición de esta norma?
Por un lado, el tripartito ve en esta ley ómnibus las bases para dinamitar el trabajo realizado durante siete años en el gobierno catalán. Por otro lado, el PP señala que, teniendo en cuenta el volumen de artículos que modifica la norma, el Govern puede estar tratando de ir más allá de la desburocratización.