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Bogotá

América Latina se reivindica a sí misma

EE UU y España se quedan fuera del nuevo foro regional que se pone de largo hoy en Caracas

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (c), sonríe junto al director de la Orquesta juvenil Simón Bolívar, Gustavo Dudamel (d)
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (c), sonríe junto al director de la Orquesta juvenil Simón Bolívar, Gustavo Dudamel (d)larazon

Ya sabemos dónde estaban los presidentes ausentes a la Cumbre de Iberoamérica, se estaban reservando para Caracas. Todos los mandatarios de Latinoamérica y el Caribe acudieron a la cita de Hugo Chávez. Nadie quiso perderse la primera Celac (Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Una cita que para el presidente venezolano está reservado el derecho de admisión, ni el «imperialismo norteamericano» ni la vieja metrópoli española. Prevista inicialmente para ser el pasado 5 de julio, la inauguración se pospuso debido al cáncer que padece Chávez.

La exclusión de Estados Unidos de la Celac tiene una intención política «antiimperialista y antiestadounidense». Canadá y España fueron excluidos también para mantener la exclusividad, y decir que se trata de una organización que agrupa sólo a países latinoamericanos y caribeños.

El anfitrión venezolano dijo que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, «a medida que pasen los años, va a dejar atrás a la vieja y desgastada OEA», en alusión la Organización de Estados Americanos (OEA), creada en 1948 a iniciativa de Washington. La OEA «es un organismo mellado por lo viejo, muy lejos del espíritu de nuestros pueblos, de la independencia, de la integración de América Latina», añadió. Para dorar la píldora, Raúl Castro señaló que «la importancia que tiene la Celac es que es el primer organismo en el que estamos los que tenemos que estar, sin enfrentarnos con nadie, ése no es el objetivo». Aunque desde el punto de vista del orgullo nacionalista todos los países latinoamericanos y del Caribe dan su apoyo a la iniciativa de Celac, en la nueva institución, que será financiada con petrodólares venezolanos, participarán 33 naciones, y no todas padecen las fiebres «bolivarianas» del socialismo del siglo XXI. Si bien Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador encabezarán un bloque «antiimperialista» perfectamente definido, al que podrían sumarse en momentos puntuales Paraguay, Argentina y México, y en ocasiones tal vez Brasil y Suriname, no será fácil unir en esa comparsa, al menos por ahora, a Chile, Colombia, Perú, Uruguay, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras, y mucho menos a Belice y las naciones-islas del Caribe. Por eso los medios oficialistas venezolanos y cubanos señalaron ayer que la nueva organización deberá enfrentar «tropiezos y zancadillas», en cierto sentido anticipando que cada fracaso, de los muchos que tendrá la institución, serán achacados al boicot «del imperialismo».

Históricamente, las organizaciones políticas regionales en el continente se han movido entre la apatía, la abulia y la irrelevancia, a pesar de que en algunas de ellas participan también Estados Unidos y Canadá. Instituciones como la OEA, el Alba, Unasur, el Parlamento Latinoamericano o el Centroamericano, han demostrado con creces que si no existieran no se notaría demasiado la diferencia. Las únicas instituciones regionales con algunas posibilidades de ser efectivas en el continente son las que tienen que ver con la integración comercial y económica –como Mercosur–, en realidad los únicos intereses que acaban moviendo a las élites latinoamericanas y caribeñas.

El fracaso de Celac es cuestión de tiempo, aunque Hugo Chávez y Evo Morales prometan el cielo en Caracas y Fidel Castro reflexione sobre el tema en sus próximos artículos de Granma. Tan pronto comiencen sus actividades llegará la retórica «galeana» y no se enfrentarán a los verdaderos problemas que sufre el hemisferio. Y es que el líder bolivariano está en forma y dinero le sobra. En 72 horas, Hugo Chávez será anfitrión de tres cumbres: Celac, Unasur y Petrocaribe. Una quimera porque resulta imposible que la política en el Continente pueda funcionar ignorando a Estados Unidos, Canadá y España.


La obsesión de Castro
Desde los años sesenta del siglo pasado, Fidel Castro soñaba con una organización de este tipo. Para razonarla, ponía el ejemplo de la entonces llamada Organización de Unidad Africana, posteriormente resucitada bajo la égida y los petrodólares de Gadafi con el nombre de Unión Africana, donde nunca participaron Europa, ni EE UU. Ahora el viejo sueño de Fidel se parece hacerse realidad gracias al patrocinio de su colega Hugo Chávez.


Foros a discreción
8 DE MAYO 1948
OEA
La Organización de Estados Americanos, con sede en Washington, es el organismo regional más antiguo y extenso. Incluye a EE UU y Canadá.

26 DE MAYO DE 1969
CAN
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia conforman la Comunidad Andina. Existe un Parlamento Andino, con sede en Bogotá, de 25 miembros.

1 DE AGOSTO DE 1973
CARICOM
Comunidad del Caribe es la unión de 15 naciones. La sede está en Georgetown, Guayana. Engloba apenas a cinco millones de personas.

26 DE MARZO DE 1991
MERCOSUR
Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela (en proceso) componen el Mercado Común del Sur. Alguno de sus socios critican su «inutilidad».

14 DE DICIEMBRE DE 2004
ALBA
Con el patrocinio de Chávez, la Alianza Bolivariana inlcuye a Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas. Siria tiene papel de observador.

18 DE DICIEMBRE DE 2004
UNASUR
La Unión de Naciones Suramericanas engloba a 12 países. La sede está en Quito y el Parlamento, en Cochabamba. Ha sido incapaz de lograr políticas fiscales o económicas comunes.