Barajas pionero en «aterrizajes verdes»

MADRID- El aeropuerto de Madrid-Barajas, el aeródromo que soporta un mayor tráfico de aviones de todo el territorio nacional, se ha sumado a los «aterrizajes verdes». Según ha informado Aena, desde el pasado 26 de agosto las aeronaves que llegan durante la noche hasta la capital contaminan menos el medio ambiente. ¿Cómo? Las nuevas aproximaciones aéreas consiguen reducir en un 25 por ciento la emisión de CO2 a la atmósfera gracias a una maniobra muy simple: apagar los motores.
Hasta ahora los aviones que llegaban hasta la capital lo hacían con sus motores encendidos a gran potencia. El descenso se realizaba en forma de escalones que obligaba a los pilotos a modificar la potencia de su avión hasta que estaban los suficientemente cerca de la pista como para tomar tierra (a unos 15 kilómetros de distancia). Con el nuevo sistema, los comandantes hacen planear sus naves poniendo los propulsores al ralentí cuando se encuentran a unos 150 kilómetros de la pista a la que deben dirigirse según las instrucciones del control del aeropuerto. El descenso se realizar de forma continua, sin tramos horizontales, y sólo cuando están a unos 10 kilómetros de su meta los pilotos vuelven a encender los motores para realizar las maniobras de aterrizaje con normalidad.
Además de una reducción en la emisión de gases, el nuevo sistema de aproximación reduce también los ruidos sobre las localidades próximas al aeródromo así como la cantidad de combustible que emplean los aviones. Fuentes del Ministerio de Fomento cifraron en un 25 por ciento la reducción en el gasto de carburante que realizan las compañías que ya operan con los «aterrizajes verdes».
Barajas ha sido pionero en España en estas maniobras que ya están implantadas en 33 aeropuertos de todo Europa. Antes de final de 2010 otros siete aeropuertos de la red de Aena –Alicante, Valencia, Barcelona Santiago de Compostela, Málaga, Palma de Mallorca y Gran Canaria– implantarán este sistema. En Madrid la compañía Ibera realiza los aterrizajes «ecológicos» especialmente en los vuelos trasatlánticos que llegan a primeras horas del día.