España aportará 83200 millones al fondo de rescate

En medio de la segunda tempestad de la crisis del euro, los Veintisiete reforzaron ayer su salvavidas para mandar una señal de fortaleza al mercado. Tras un debate que se ha alargado durante meses, los ministros de Finanzas acordaron aumentar hasta los 440.000 millones de euros la capacidad real de préstamo del fondo temporal, hasta que llegue el permanente tras 2013. Aunque ésta era la cifra nominal del fondo, en la práctica sólo podía prestar 280.000 millones, ya que tenía que mantener reservas para tener la máxima valoración del mercado. Por ello, los europeos se comprometieron a aumentar sus garantías multiplicándolas por un 160%. Es decir, España pasará de avalar 52.000 millones a 83.200 millones.

Hasta ahora, este Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF, en inglés) sólo ha intervenido en los rescates de Irlanda (17.500 millones) y Portugal (26.000 millones), ya que en el caso de Grecia los 110.000 millones fueron préstamos bilaterales del FMI y los socios europeos. A pesar de que todavía contaba con recursos, la intranquilidad de los mercados, temerosos de que no pudiera hacer frente al rescate de un socio grande, como España o Italia, llevó a los europeos a optar por aumentar su capacidad.

El dinero no es directamente aportado por los estados. Son avales para cubrir las emisiones con las que se financia el mecanismo. Sumados a los 60.000 millones que aporta la Comisión Europea y los 200.000 millones del FMI, el mecanismo de rescate cuenta con una cifra global de 700.000 millones.

El caso griego
Pese a este refuerzo, la crisis no aminora en el foco que ha puesto al euro contra las cuerdas: Grecia. Por eso, tanto la Comisión como los estados han pedido al Gobierno heleno que tome medidas «urgentes» para cumplir con la reducción del déficit, acelere las reformas e implemente las privatizaciones prometidas por valor de 50.000 millones (un 20% de su PIB). Más aún, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, dijo que el programa de privatizaciones tiene que ser más ambicioso, aunque los europeos están a la espera del informe de la misión de expertos que evalúa en el país las necesidades de Grecia y que estará en el país una semana más.

Los Veintisiete elevaron su tono de reproche al Gobierno de Yorgos Papandreu, quien no aplica las reformas y es incapaz de hacer frente a las divisiones dentro de su propio partido, lo que impide concretar qué empresas o sectores serán privatizados.

Más medidas
Atenas prometió en el Ecofin de ayer más medidas y acelerar las reformas. Todo ello puede ser insuficiente para digerir el 157% del PIB de deuda que tendrá este año, y la UE ya empieza a preparar un «plan B» con la posibilidad de prestar hasta 60.000 millones adicionales o una renegociación de la deuda, un tema tabú hasta hace poco. «La participación de los inversores privados podría jugar su parte, con una extensión voluntaria de los vencimientos» de los bonos griegos, concedió el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

Por su parte, el rescate de Portugal, negociado anteriormente, recibió el visto bueno de los Veintisiete. De los 78.000 millones, España aportará unos 5.000.