Italia

Un día en la vida del Papa: 14 horas de intensa jornada

Imaginamos la vida de las grandes personalidades cargada de reuniones, viajes y actos públicos. Una jornada en la vida del Papa Benedicto XVI muestra la parte más espiritual de su labor, a la que se dedica varias ocasiones al día. 

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Se cumplen seis años de Benedicto XVI al frente de la Iglesia católica, con un bagaje de 18 viajes fuera de Italia y 21 visitas a localidades transalpinas. Sin embargo, recorrer una jornada de trabajo junto al Papa queda lejos de la imagen de las grandes audiencias y las visitas oficiales al extranjero.

Entre estos eventos públicos, Benedicto XVI se dedica a su producción magisterial, que ya ha dado luz a tres encíclicas («Deus caritas est», «Spe Salvi» y «Caritas in Veritate»), dos exhortaciones apostólicas y numerosos motus proprios.

Un día normal en la vida del Papa comienza a las 7 de la mañana con una misa. Una hora después se sirve el desayuno, para dar paso a las 9 a la jornada de trabajo en su estudio privado, el mismo desde el que recita la oración del Ángelus todos los domingos desde la ventana que da a la Plaza de San Pedro.

Birgit, una de sus ayudantes (laica), le ayuda en su papel de secretaria y mecanógrafa –la persona más capacitada para leer la minúscula letra del Papa-, según revela la revista «Time» en su última edición.

Es previsible que el Papa dedique también parte del día a la tercera parte de su libro sobre Jesús de Nazaret, que estará dedicada a la infancia de Jesucristo y se espera que llegue a las librerías la próxima Navidad.

Inicio de la actividad pública
El Papa estudia con otro de sus ayudantes la agenda del día. Normalmente, el Pontífice trabaja hasta las 11 horas, cuando comienzan las reuniones y actos públicos. El almuerzo se sirve a las 13:15, con los secretarios sentados a la mesa con Benedicto XVI.

Después de un breve paseo por el jardín de la azotea, el Papa regresa a su estudio privado a las 16:00. Tras rezar el rosario, retoma su trabajo hasta última hora de la tarde.

Después de una oración, cena a las 19:30 justo antes del informativo de la RAI. Una hora más tarde, el Papa da las buenas noches y se retira, a pesar de que trabaja un poco más antes de ir a dormir, según el magacín, que ha tenido acceso a las áreas privadas donde se desarrolla el trabajo pontificio.

Las personas que rodean al Papa forman una verdadera familia para él, muchos de ellos residen en las propias instalaciones del Vaticano. En su último libro, Benedicto XVI confesaba que casi nunca había visto la televisión, aunque hizo una excepción cuando vio junto a su íntimos viejas películas en negro y blanco de «Don Camilo y Peppone», unas comedias italianas que reflejan los enfrentamientos entre el alcalde comunista de un pequeño pueblo y el sacerdote local en la Italia de posguerra.