Cataluña

Maratón de mítines contra la abstención

Las previsiones de abstención se acercan al 50%, cifra que supone un rotundo fracaso para los políticos. 

La Razón
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BARCELONA- 6.15 de la mañana. Es la hora en que partirá hoy el autobús de campaña del PSC desde la sede de la calle Nicaragua. Los socialistas se han propuesto realizar cuatro «mítines relámpago» en once horas y después cerrar la campaña a golpe musical en la sala Razzmatazz. El primero de estos «mítines exprés» –una iniciativa del PSC esta campaña para intentar despertar a un electorado al que no le ha convencido su pacto con ERC–, tiene como objetivo buscar el voto obrero y, por eso, tendrá lugar en la factoría de Zona Franca de Seat a las siete, hora del cambio de turno. El segundo, apuesta por captar la atención de las personas que estén comprando en el mercado municipal de Vilafranca del Penedès; en el tercero, Montilla pedirá el voto delante del casal de ancianos de Sant Pere de Ribes; y, para acabar, el socialista irá al popular barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat.
Esta convocatoria maratoniana da una imagen del esfuerzo final de los partidos para luchar contra su peor enemigo el domingo: la abstención, que, según la última encuesta de LA RAZÓN, será del 46,1 por ciento. Pero, ha habido muchos elementos esta campaña que no contribuirán a mejorar la participación. El principal ha sido, como denunciaron todos los partidos excepto PSC y CiU, el intento de cara a cara entre Montilla y Mas. Los vídeos con metáforas sexuales pidiendo el voto tampoco han contribuido a que las propuestas y los mensajes políticos en positivo lleguen a los ciudadanos.
Con todo, es clave hacer llegar hoy los mensajes y, si ayer los socialistas utilizaban el «gancho» de Zapatero y Felipe González, al final ha sido CiU, cuyo candidato, Artur Mas, cerrará la campaña en el Palau Sant Jordi con, entre otros, Josep Antoni Duran Lleida.
El PP mantiene su estrategia desarrollada no sólo durante la campaña, sino desde que su candidata Alicia Sánchez-Camacho tomó las riendas del partido en julio de 2008. Desde entonces, la presencia del presidente del partido, Mariano Rajoy, y de la cúpula de la formación en Cataluña ha sido costante y no sólo un simple goteo. Tienen claro que el cambio en Moncloa pasa por un buen resultado en Cataluña, y todas las encuestas señalan que serán la tercera formación en el Parlament. Además, el PP se ha mostrado como la única formación capaz de frenar el soberanismo de CiU la próxima legislatura.
En este escenario, Sánchez-Camacho tiene una nueva jornada de vértigo. Ayer Rajoy le arropaba en el mitin en L'Hospitalet de Llobregrat, pero no era una novedad porque el presidente del PP ha estado siete días en Cataluña de los quince de campaña. No ha sido el único, ha venido la plana mayor del partido e, incluso, Rodrigo Rato ha defendido las recetas del PP catalán para salir de la crisis junto a la candidata.
Trasvase de votos
La estrategia no cambia para la jornada de cierre de campaña y dirigentes de peso acompañarán a los candidatos en cada una de las circunscripciones. Acompañada por la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, Sánchez-Camacho hará un primer mitin en Blanes. Despedirá la campaña, por la tarde en otro mitin en Barcelona, ya que en la capital catalana y su área metropolitana se ha centrado buena parte de los actos del tramo final de esta contienda electoral porque pueden arañar votos de los socialistas descontentos con el tripartito.
Además, reforzarán la imagen de lo importante que es Cataluña para el PP Esperanza Aguirre, que irá a Lleida, Javier Arenas, que estará en Tarragona, y De Cospedal también acudirá a Girona. El «desembarco» alcanza incluso a Andorra, donde la responsable de organización del partido, Ana Mato, pondrá fin a la campaña.