Crítica
Final apoteósico
«El ocaso de los dioses»
De Wagner. Solistas: L. Watson, S. O'Neill, G. Saks, R. Lukas, M.Matheu, A. Shore, P. Vázquez. Coro y Orq. Sinf. de Galicia Director: V. P. Pérez.
En 2007, coincidiendo con el XV aniversario de su existencia, la Orquesta Sinfónica de Galicia emprendió la interpretación completa, en versión de concierto, de la Tetralogía wagneriana con el prólogo «El oro del Rin». Ahora acaba de culminar este magno proyecto de ofrecer un título del ciclo por año . Y hay que decir que lo ha hecho en un clima de auténtica apoteosis. Empezando por la ejecución orquestal. Víctor Pablo Pérez ya había acometido «El anillo del nibelungo» en sus años al frente de la Sinfónica de Tenerife, pero su dominio de la compleja escritura wagneriana es cada vez mayor, y hay pocos repertorios en los que el maestro burgalés se muestre tan seguro y dominador, creando una verdadera tensión dramática que fue creciendo durante las más de cinco horas de duración. La Sinfónica, como siempre en un momento espléndido, respondió perfectamente a su batuta –salvo algunos pequeños desajustes–, con unos metales seguros, unas maderas expresivas y una cuerda que sabe cantar. Hay que extender el elogio también a su coro (preparado por Joan Company).
Muy meritorio y homogéneo también el reparto, realmente difícil de superar. Linda Watson apareció más descansada que en Bayreuth, y su Brünnhilde es hoy de las más recias y solventes. Simon O'Neill llegó sin fatiga como Siegfried al final de la obra, lo cual es también muchísimo. Gidon Saks fue un Hagen algo sobreactuado pero sonoro y eficaz, y correctos Ralf Lukas y Andrew Shore como Gunther y Alberich, respectivamente. Hay que elogiar que para los demás papeles se contara con españoles (Raquel Lojendio, Sandra Ferrández, Marina Rodríguez-Cusí, Anna Alàs).
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