Ministerio de Justicia
Dívar critica la «interpretación sesgada» de la condena al juez
Madrid- La condena a Garzón sobrevoló ayer la comparecencia en el Congreso del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Carlos Dívar acudió a la comisión de Justicia pertrechado tras un panoplia de datos y tantos por ciento que ni siquiera eran del anterior curso judicial, sino de 2010. Con Garzón en la mente de todos, Dívar alertó contra las «descalificaciones interesadas» que merman la credibilidad de los tribunales con «una interpretación sesgada de un caso concreto» antes de abandonarse al plomizo despliegue de cifras. Algunas de sus señorías le escuchaban como quien oye llover, esperando su turno para airear agravios y enarbolar quijotescas proclamas con la Justicia como protagonista. El diputado de Amaiur Iker Urbina sacó a colación las torturas; Joan Tardá, la discriminación del catalán en los órganos judiciales; Toni Cantó (UPyD) clamó por la despolitización del Tribunal Constitucional y Llamazares se transfiguró en Emile Zola para comparar la condena a Garzón con la que sufrió Dreyfus. En su remedo del célebre «Yo acuso», Llamazares aseguró que la sentencia que inhabilita a Garzón «avergüenza a todos los ciudadanos de este país». «¡Será a ti!», se escuchó en la sala al más puro estilo asambleario. Por si quedaba alguna duda, el diputado de IU explicitó su respeto a las decisiones de los tribunales: «No acato una sentencia injusta, ni una barbaridad, ni un escándalo. Ni la acato ni la respeto».
En su turno de réplica, Dívar no encontró mejor ejemplo para evidenciar su sensibilidad hacia las lenguas cooficiales que recordar que en su día tuvo que recurrir a un intérprete de mandingo para entender a un testigo, lo que enervó los ánimos de los nacionalistas, por lo que el presidente del CGPJ finalmente tuvo que disculparse, informa Ep.
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