Cataluña
El PP se lanza a por los votos de los desencantados con 32 años de PSC
En el tercer día de campaña, Alberto Fernández (PP) cambió de García-Bragado. A Jesús, medallista olímpico de marcha y candidato del PP a la alcaldía de Sant Adrià –con quien el sábado se marcó un sprint–, por Ramon, el cuarto teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, a quien el caso del hotel del Palau de la Música ha apartado de la política.
Aunque Ramon García-Bragado se ha quedado fuera de las listas del PSC, tras ser imputado en la causa, ayer, acompañó a Carmen Andrés, la concejal de Nou Barris, que esta semana está de fiesta mayor.
Poco antes del mediodía, Andrés y García-Bragado estaban esperando al pregonero, el actor Pep Plaza, más conocido por imitar a otro Pep, Guardiola, en «Ckrakòvia». Fernández se unió a ellos. Recibió al actor que bailó más el agua al popular que a los socialistas y juntos desfilaron hasta el balcón de la sede del distrito, desde donde el pregonero dio la bienvenida a las fiestas.
Fernández se hizo ver en Nou Barris, donde el PP fue la segunda fuerza más votada, detrás del PSC, en las últimas elecciones municipales. Los socialistas obtuvieron 25.309 votos, el 19 por ciento, y el Partido Popular, 10.286, el 8 por ciento, tres mil votos más que los nacionalistas.
Aunque CiU, en las autonómicas del 28 de noviembre, rebasara el segundo puesto al PP, los populares ganaron votantes (11.389), en detrimento de los socialistas, que obtuvieron 18.166 votos.
Nou Barris se ha convertido en el tercer distrito donde el PP logra los mejores resultados, tras Sarrià-Sant Gervasi, donde en 2007 logró el 12,7 por ciento de los votos, y Les Corts, donde obtuvo el 10,8 por ciento. Aunque la fotografía de Nou Barris poco tiene que ver con la de Les Corts y Sarrià.
Popular en el distrito popular
Para convencer a los vecinos de Nou Barris de que el PP velará por sus intereses, Fernández charló con ellos, apuntó sus preocupaciones y desgranó sus propuestas. Prometió más agentes de la Guardia Urbana para frenar el aumento de delitos en el distrito, donde en 2010 se registraron 5.023 denuncias, la cifra más alta de los últimos años.
También, más iluminación, sobre todo, en los barrios de Canyelles, Vilapicina, Torre Llobeta y Roquetes, donde todavía hay muchos postes de madera y cables en mal estado. Aseguró que batallará para que se acabe de cubrir la ronda de Dalt y para que se cumpla la Ley de Barrios de 2006 que beneficia a Torre Baró y Ciutat Meridiana, donde todavía queda pendiente por ejecutar el 37 por ciento.
Para reactivar el tejido comercial, prometió aligerar la carga fiscal y combatir con mano dura la venta ambulante ilegal y el «top manta». Entre otras cosas, el PP propone librar del pago de la tasa de residuos a las personas que trabajen en sus domicilios y a quienes tengan su negocio en un espacio menor a los 60 metros cuadrados. También sugiere dar microcréditos por un máximo de 18.000 euros a los comerciantes que quieran renovar su local.
Enemigo Hereu
Consciente de que su enemigo en Nou Barris no es CiU, sino el PSC, Fernández centró ayer sus críticas en Jordi Hereu. Aseguró que «la única ley que ha aplicado Hereu durante estos cuatro años en Barcelona es la Ley de Murphy», porque «si una cosa puede salir mal, a él le ha salido peor».
Como ejemplo, puso el referéndum de la Diagonal o que al empezar la legislatura el alcalde prometió que llegaría a la plena ocupación, «cuando «ha acabado con 110.000 parados», puntualizó Fernández. Hereu no se quedó con los brazos cruzados y echó en cara al PP que haga bandera de ejercer mano dura en cuestiones como la inmigración y la seguridad, cuando bajo el Gobierno de José María Aznar, España «era un coladero» y disminuyeron las plantillas del Cuerpo Nacional de Policía.
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