Pandilla Basurilla por Alfredo Menéndez

Botella ha dicho en voz alta lo que desde hace años está en el runrún municipal: hemos tirado la basura por encima de nuestras posibilidades. Nos dicen que no hay nada decidido, pero tampoco hay que ser muy listo para pensar que nadie abre este melón si no está dispuesto a asumir el coste de una medida especialmente impopular. La capital no es la primera ciudad en el mundo, en España o en Madrid en tomar esta decisión. Y tal y como están las cosas no será la última. No es un drama, y seguramente venga bien hasta para la reeducación ciudadana y para nuestra relación con los residuos, que siempre parecen de otros cuando los vemos en la calle y nunca pensamos que son nuestros cuando van camino del cubo. Pero sin ser una tragedia, lo que más debe preocupar al Ayuntamiento es que se pueda eliminar un día del servicio a la semana y, sin embargo, no se rebaje en la misma proporción la tasa de basuras. Eso será muy difícil de explicar y de entender. Tampoco nos hace más felices saber que hay otras ciudades donde la recogida es menos frecuente. Si uno quiere ser neoyorquino o bruselense, será por CSI Nueva York o por los mejillones con patatas fritas, no por sus basuras. Las comparaciones serán odiosas pero también inútiles. Si se tiene que dejar de recoger un día a la semana, sea. Qué se le va a hacer. Pero que nos lo descuenten. Y al siguiente recorte.