Manhattan
Obama contra Obama
Paradójicamente, una de las grandes dudas sobre el presidente norteamericano Barack Obama –si iba a ser un buen comandante en jefe– puede ser su gran valor. Su exitosa política exterior, que ha tenido como broche de oro la caza de Osama Ben Laden, es más propia de un presidente republicano que de un demócrata. En cambio, la mejora de la economía norteamericana, que podía ser una de sus bazas electorales, se le escurre por las manos.
Nueva York- El informe mensual del Departamento de Trabajo que se publicó ayer volvió a ser un jarro de agua fría. El país sólo creó 80.000 empleos en octubre. Eso demuestra que la tendencia económica sigue sumida en una ralentización. La tasa de paro descendió del 9,1% al 9%. Pero el camino hacia la creación de más puestos laborales es todavía demasiado lento como para asumir el crecimiento de la población y provocar una rápida caída de la tasa de paro. De consolidarse esta tendencia, Obama podría presentarse a la reelección con la mayor cifra de desempleo desde 1945. Aun así, el líder norteamericano sigue con su gira para animar a la creación de empleo de cara a las elecciones de noviembre de 2012. Los republicanos le pisan los talones en las encuestas. Según los estudios recogidos en la página web Real Clear Politics, el conservador Mitt Romney y Obama están empatados en intención de voto.
Quizá el mayor enemigo del presidente norteamericano sea el propio Obama candidato de 2008. Entonces, prometió dar la vuelta a la mala situación económica. Tres años después, 14 millones de estadounidenses siguen sin trabajo. Los estudiantes no pueden hacer frente a sus deudas y continúan los embargos. También prometió una reforma fiscal que gravara a las rentas más altas. Pero todas sus iniciativas han sido bloqueadas en el Congreso por los republicanos, que dominan la Cámara desde las pasadas elecciones de mitad de legislatura.
La reforma sanitaria con una supuesta cobertura universal fue su gran proyecto. No obstante, las aseguradoras se han salido con la suya y han subido el precio de sus servicios a los estadounidenses. En cambio, Obama sí logró que los jóvenes puedan seguir en el seguro de sus padres hasta los 26 años. También que no se pueda negar asistencia a ningún enfermo.
Otras dos decepciones han sido su promesa de reforma migratoria y el cierre de la cárcel de Guantánamo. Los consejeros del presidente aseguraron que se abordaría la cuestión de la inmigración en su tercer año de mandato. Sin embargo, la dura batalla política para sacar adelante la reforma sanitaria y la nefasta marcha de la economía han retrasado los planes de la Administración Obama.
Respecto a la base de detención en Cuba, los problemas surgieron tanto por la oposición de parte de la sociedad norteamericana como por las reservas de la comunidad internacional. Ningún ciudadano quiere tener cerca a alguno de los detenidos de Guantánamo.
Para su electorado, la retirada definitiva del último contingente de Irak –anunciado el pasado mes tras la falta de acuerdo con el Gobierno de Maliki– ha sido uno de sus pocos logros. Aunque parece que no ha tenido demasiado efecto en las encuestas. El 44º presidente norteamericano está por debajo del 50 por ciento de popularidad en las encuestas en los estados importantes para las elecciones de 2012. La economía no repunta y sus bases liberales, junto con la comunidad hispana y afroamericana, están decepcionadas. ¿Le volverán a escuchar los votantes indecisos e independientes? ¿Será capaz de ganar las elecciones en 2012?
Los indignados, de gira por EE UU
Las actividades del movimiento «Ocupa Wall Street» continúan recorriendo EE UU. Ayer se celebró en el parque Zucotti de Nueva York, donde están acampados desde el 17 de septiembre, un «juicio popular» contra el banco Goldman Sachs, el «mayor responsable de fraude económico». Unos 300 activistas fueron después a su sede en Manhattan para entregar el «veredicto» y pedir el arresto de su consejero delegado. La Policía detuvo a 16 jóvenes.
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