Escritores
La grandeza cotidiana por Diego Mazón
Hoy, en Ludina, hay un soldado que mira a las colinas de enfrente y piensa en su familia; frente a los Altos del Golán, otro piensa qué estará haciendo su hijo; en algún punto del Índico, a un marinero, la infinidad del mar le lleva a su hogar. Y en cada pensamiento, en cada acción está su vocación de servicio a España y a los españoles, ya sea en Afganistán, en Líbano, en Somalia o en un despacho de cualquier cuartel. En las grandes gestas se sublima el heroismo cotidiano, una grandeza que nace desde el mismo momento en que juran defender a España, si es preciso, con su propia vida. Es en esa cotidianeidad y en ese juramento, y en el desempeño profesional del mismo, donde se sustenta nuestra libertad, nuestra Constitución, nuestro Estado del Bienestar, nuestra democracia, nuestros principios y nuestro ser como nación. Sin ellos, nada es posible. La Defensa es cosa de todos y empieza en el reconocimiento a ese soldado anónimo que entiende España como su familia, su hijo, su hogar y por la que cada día está dispuesto a morir.
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