Actualidad

El atentado al presidente ruandés en 1994 fue obra de los hutus dice un juez

El asesinato en 1994 del presidente ruandés Juvénal Habyarimana, con un atentado que marcó el inicio del genocidio en ese país, fue obra de extremistas de su propio bando, los hutus, según las conclusiones de un juez de instrucción francés que investigó sobre el terreno.

El magistrado Marc Trévidic comunicó ayer a las partes las conclusiones de su informe, que exculpa a los seguidores del actual presidente ruandés, Paul Kagamé, considerado el organizador del atentado por el juez que anteriormente se había encargado en Francia de la instrucción de este asunto, Jean-Louis Bruguière.


El abogado de Kagamé en Francia, Bernard Maingain, consideró que este cambio radical en la posición de la justicia francesa "es un momento histórico", en unas declaraciones a la emisora de radio "France Info"emitidas hoy. "La justicia francesa y los que saben lo que pasó tendrán que investigar en la dirección que nosotros habíamos indicado. Éste es un momento de alegría para una serie de personas que fueron tomadas como rehenes en este asunto. Creemos que se ha buscado desestabilizar la dirección de un país", indicó Maingain.


Maingain sugiere así que hubo una intencionalidad política en la línea en la que había trabajado Bruguière, que en 2006 lanzó una orden internacional de arresto contra responsables del Frente Patriótico Ruandés (FPR, el movimiento rebelde tutsi vinculado a Kagamé). Los procedimientos llevados a cabo por Bruguière condujeron a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Ruanda y Francia.


Pero tras tomar las riendas de la investigación, en lugar de archivarla como se esperaba, Trévidic decidió en 2008 relanzarla y sobre todo proceder a un examen técnico sobre el terreno. Para ello fue en septiembre de 2010 a Kigali acompañado por dos especialistas en lanzamientos de misiles, otros dos en accidentes aéreos, dos geómetras, así como un piloto de Falcon 50, el avión en el que volaba Habyarimana cuando fue alcanzado en su aproximación al aeropuerto de la capital ruandesa el 6 de abril de 1994 por un disparo desde tierra. Los expertos concluyeron que los misiles fueron disparados desde el campo militar de Kanombe, ocupado por extremistas hutus.
Desmentían así la tesis de Bruguière, según la cual los disparos partieron de una colina al este del aeropuerto de Kigali.