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Ángel María Villar: «A este grupo hay que decirle pocas cosas»

Villar confía en las posibilidades de España, pero con humildad: «Ser favorito no implica ganar»

La Razón
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Potchefstroom - Ángel María Villar llegó a las instalaciones de la Universidad del Noroeste con vestimenta deportiva, aire informal y desenfadado. Su voto resultó decisivo para que la Copa del Mundo viniera a Suráfrica. Es presidente de la RFEF, vicepresidente de la FIFA y de la UEFA y presidente de la Comisión Mundial de Árbitros. Su palabra preferida, humildad. La repite treinta veces en esta conversación. –¿Por qué su interés y su voto para la elección de Suráfrica?–Personalmente, me parecía justo que este continente organizara un Mundial. Luchamos para que el fútbol transmita la solidaridad a todos los niveles. Este país está demostrando que puede con el esfuerzo organizativo que se le encomendó y yo me alegro porque, sinceramente, lo merecen. Han hecho muchos esfuerzos y muy grandes para ello, se han comprometido y han cumplido. Suráfrica es un país maravilloso. El Mundial acaba de empezar y tanto la organización como su desarrollo están cumpliendo las altas expectativas. En mi opinión, van a organizar el mejor Mundial de la historia. No se les puede pedir mejor recibimiento, mejor trato y mayor hospitalidad. –Los arbitrajes, hasta ahora, están a buen nivel. –Ayer estuve con los árbitros en Johannesburgo, saben muy bien sus obligaciones, son conscientes de lo que significa pitar una competición así. Y, ¿sabe para qué fui? Para felicitarlos, porque su labor es muy compleja y sabemos que lo sacarán adelante. Son muy buenos. El nivel es altísimo. –¿Cómo ha planificado «La Roja» la pretemporada previa al Mundial?–Siguiendo el criterio del cuerpo técnico, de la dirección deportiva, del seleccionador, aclimatando al equipo a la temperatura y la hu- medad, alternando la altitud y el nivel del mar, buscando rivales adecuados y tratando de que las instalaciones de Potchefstroom fueran las más adecuadas para cubrir las necesidades de entrenamiento, convivencia y trabajo. Y creo que se está consiguiendo. La residencia es amplia, cómoda, cuenta con los campos necesarios, todos cuidados, estamos en una zona universitaria donde el deporte se vive al máximo. Ellos están contentos. Podíamos haber elegido otros muchos lugares de Suráfrica, pero estamos felices aquí. Y agradecidos. –La Liga ha terminado muy tarde, la Copa, también. ¿Vienen con un esfuerzo suplementario?–El fútbol vive de las competiciones nacionales de cada país, de la Liga y de la Copa, que es más antigua que la Liga, pues nació en 1903. La base del fútbol reside en las competiciones nacionales de todas las categorías. No podemos recortarlas porque son el sustento de nuestro deporte. –¿La selección española viene del éxito de las categorías inferiores?–La base está en las competiciones de las categorías inferiores y en las profesionales, en todas las nacionales. Y la Federación trata de cuidar a todos los futbolistas desde la primera edad. Le hemos dado mucha importancia al trabajo de base, hemos obtenido muy buenos resultados. España ha ganado muchos títulos europeos y mundiales en infinidad de torneos con las selecciones de menor edad. Los futbolistas se van conociendo, van coincidiendo, se crea una relación muy buena entre ellos. Estamos contentos. Y ellos también, muchos son amigos desde hace diez años. –Si se pierde, ¿será un fracaso?–He tenido mucho tiempo para reflexionar sobre la ilusión que hay porque la selección nacional gane el Mundial. Pero ningún equipo tiene garantizado conseguirlo. No ha hecho más que empezar y ya ve que no está siendo fácil para nadie. Ser favorito no implica que vayas a ganar. Sí creo que es la primera vez, que yo recuerde, que ganamos todos los partidos previos a la fase final y me parece un buen síntoma. La palabra fracaso es para aquellos que creen que sólo vale ser primero. Por eso hay quien tilda la Liga española de competición a la escocesa, porque creen que sólo sirve el primer puesto y no es verdad. Es problema de ellos pensar así, el fútbol exige mucho más que un primer lugar, se trata de una competición con 32 países entre los que está España. Llegar a estar aquí ya es un éxito. Por lo tanto, ¿quién puede hablar de fracaso? Vamos a luchar, los futbolistas, el cuerpo técnico, todos, vamos a luchar por llegar lo más lejos posible y, si ganamos, extraordinario. Ganar una Copa del Mundo es muy difícil, muy pocos países lo han logrado, sólo siete.–¿Qué les ha dicho en la comida?–Ellos saben perfectamente su situación, son excelentes profesionales, están bien preparados, tienen ante sí una competición excepcional. No se les puede decir nada, salvo que sean humildes. Sin humildad no se gana nada. Y menos en el fútbol, que es un deporte en el que cualquier equipo puede ganar a cualquiera. A este grupo hay que decirle pocas cosas, las saben. Se llevan muy bien entre ellos, son grandes chicos, no hay que decirles mucho. Sólo transmitirles el afecto y el cariño de todos. –Si pudiera elegir hoy, ¿preferiría ganar el Mundial de Suráfrica o que nos concedan la organización del de 2018?–Las dos. Sin embargo, tengo que decir que la vida me ha enseñado a vivir y centrarme en el momento presente. Ahora tenemos el Mundial, vamos a esperar, vamos a hacer todo por quedar lo mejor clasificados que podamos y después ya habrá tiempo para pensar en todo lo demás. De cualquier forma, ambas cuestiones resultan difíciles.