Policías y bomberos claman contra los recortes

VALENCIA- Miles de policías, bomberos y guardias civiles se manifestaron ayer por las calles de la ciudad de Valencia en contra de los recortes que padecerán tras la entrada en vigor del Decreto de ajustes elaborado por el Gobierno central.
Unos cinco mil miembros de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, el Sindicato Profesional de Policía , la Confederación Española de Policía, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía, el Sindicato de Policías Locales y Bomberos (SPPLB) y la Asociación Española de Guardias Civiles, según la organización, bajo el lema «tu seguridad en peligro» quisieron dejar constancia ayer de la supuesta precariedad de su situación y convirtieron una protesta contra la reducción de los salarios en un completa reivindicación política y antisistema.
Por ello, pidieron la dimisión del concejal dealtos cargos de los bomberos y de la Policía.
En esta línea, no solo clamaron contra la precariedad que han padecido en los últimos años, sino que utilizaron los lemas con los que otros colectivos han salido a la calle y, a gritos de «estamos hasta los huevos» y «políticos de mierda» pidieron que «se rescaten personas y no bancos» finalizaron recorrido frente a la sede de la Delegación de Gobierno.
Allí se enfrentaron con los policías nacionales que custodiaban la entrada durante varios minutos, pero no se sucedieron incidentes de gravedad.
Muchos de los policías acudieron a la cita con prendas pertenecientes a sus uniformes de trabajo, un hecho totalmente prohibido por la legislación, por lo que llevaban tapadas sus identificaciones.
Los bomberos si se acompañaron de sus uniformes y sus inconfundibles cascos. Además, incidieron en la falta de recursos materiales y personales con los que conviven a la hora de desarrollar su trabajo.
Siguiendo la tónica de las últimas manifestaciones, todos ellos protestaron frente al domicilio de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

«Charanga» y motosierras para protestar
Los manifestantes tenían ganas de fiesta. Por ello, una «charanga» compuesta por miembros del sindicato de bomberos presidía la marcha a ritmo de música popular. Además, no solo se pudieron escuchar los acordes de «Paquito el chocolatero», sino que algunos de los allí presentes portaban una motosierra sin hoja para cortar que emitía un ruido ensordecedor. Pitos, trompetas y algún que otro exabrupto caracterizaron una marcha que finalizó sin incidentes.