Raffaella Fico maldito parné

Está claro que los dioses la han bendecido con el don de la belleza y con unas deliciosas hechuras de las que bien se podría extraer el jugo del maná. Pero, quizá entretenidos en el delicado cincelar de su rostro y de su prodigioso cuerpo, los señores del Olimpo se han olvidado de incluir en el interior de su cabeza cierto contenido de vital importancia –que nos ayuda a aparecer en los libros de Biología como una especie diferenciada del mandril–. Y es que, a juzgar por cómo gestiona su vida íntima esta chica, lo cierto es que hasta el más famélico de los zombies pasaría por su lado sin detenerse a olisquear su sesera ni un segundo. Eso sí, hemos dicho zombies, no presidentes de la república. Porque ahí es cuando aparece Berlusconi y al zombie se le desencaja la mandíbula y se vuelve conmocionado a su tumba. Sí, señores, entre las amistades de Raffaella Fico está el inigualable «Il Cavaliere». La modelo fue una de las ilustres «velinas» agraciadas con un pase VIP en los jolgorios del «bunga bunga». Incluso se rumorea que el ex presidente italiano le había regalado una modesta casita de 1,2 millones de euros.
Pero puede que nos estemos excediendo. Porque esta chica buscaba su príncipe azul cuando saltó a la fama por participar en la versión italiana de «Gran Hermano». Por eso pensó que, si salía en la televisión asegurando que no había conocido varón y que vendía su virginidad por un millón de euros, quizá su príncipe azul apareciese, al fin, jadeando con las perdices a cuestas. Pero no llegó el príncipe sino Cristiano Ronaldo. Que, oigan, no tendrá sangre azul, pero era de los pocos que podía pagar la dote. Sin embargo, la cosa no cuajó. Y ya pasados los tiempos virginales, llegó su relación con el delantero Mario Balotelli –el futbolista de la selección italiana con cresta rubia oxeginada que acomplejó a más de un macho ibérico cuando se quitó la camiseta en la Eurocopa–. Por más que el delantero le repitió que su relación se había terminado, ella inauguró su propio espacio en los mundos de Yupi y se quedó en trance soñando con la reconciliación. Ahora dice que espera un hijo suyo. Él le ha exigido las pruebas de paternidad. Y ella... ella asegura que será un padre perfecto ¡y un marido tierno!

Su alter ego patrio
Nuria Bermúdez
Se dio a conocer en la mugre más hendionda de la telebasura, en los tiempos en los que se la relacionaba con Rodríguez Menéndez. Si el vínculo ya era extraño, aún hubo de convertirse en la protagonista de más de una «Crónica marciana». Luego llegó su etapa seria: agente de futbolistas, su relación con Güiza. ..Y el despecho.