Sevilla

El PSOE equilibra su precampaña entre Rubalcaba y Chacón

Vuelve José Blanco, y vuelve con ganas de dar la batalla. Convocadas oficialmente las elecciones municipales y autonómicas, el vicesecretario general del PSOE retoma las riendas de la fontanería de la calle Ferraz y anuncia que dedicará toda su energía a la más sombría de cuantas campañas electorales ha coordinado desde que Zapatero ganó el XXXV Congreso Federal hace ya once años

El ministro de Fomento, José Blanco, fue el encargado de presentar ayer la precampaña electoral de su partido para el 22-M
El ministro de Fomento, José Blanco, fue el encargado de presentar ayer la precampaña electoral de su partido para el 22-Mlarazon

Bajo el lema «Para que gane tu ciudad», el Comité Electoral ha diseñado una estrategia pensada en cada una de las 13 comunidades autónomas y en cada uno de los más de 8.000 ayuntamientos con mensajes específicos para cada territorio. ¿El objetivo? Disipar el fantasma de una consulta de carácter general y quebrar las pretensiones de un PP que busca en el 22-M el anticipo de las generales de 2012.

Y eso que Zapatero, al menos en lo que respecta a la precampaña –entre el 3 y el 30 de abril– participará en seis mítines (Murcia, Alcalá de Henares, Albacete, Euskadi, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife). En plena campaña, está previsto que el presidente participe en no menos de ocho mítines, lo que desmentirá, según Blanco, todas aquellas informaciones que apuntaban que el PSOE escondería a Zapatero. Habrá que esperar, sin duda, al calendario definitivo, que aún no se conoce, para hacer comparaciones con la participación del presidente en las últimas campañas y no dar por buena ni una cosa ni la contraria.

Lo que sí ha cuidado al milímetro el Comité Electoral es la presencia tanto de Alfredo Pérez Rubalcaba como de Carme Chacón en los días de precampaña. Así, para que no haya lecturas intencionadas o conclusiones equivocadas, Ferraz ha equilibrado la presencia de quienes parecen dispuestos a disputar la carrera sucesoria. Si el vicepresidente primero participará en cinco mítines (Mallorca, Santander, Valencia, Badajoz y Sevilla) y la titular de Defensa lo hará en cuatro (Málaga, Alicante, Huelva y Zaragoza).

En el programa provisional facilitado ayer por Blanco sólo figura de momento un acto con Felipe González, en Mallorca, pero habrá alguno más que aún no han podido confirmarse por la agenda internacional del otrora presidente. El propio José Blanco tendrá también una presencia muy activa, especialmente en Galicia, pero también en Madrid, Cádiz, Valencia y Segovia. Idem el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, que recorrerá las plazas de Huesca, Menorca, Oviedo, Santiago, Ponferrada y Navarra.

Despejadas las cuestiones de agenda, el vicesecretario general que volvió ayer a vestirse de cargo orgánico, no quiso entrar en valoraciones sobre si Zapatero ha decidido finalmente no despejar su futuro político el próximo sábado ante el Comité Federal del PSOE. Se limitó a decir que tomará la «mejor» decisión para el interés de España y del PSOE. «No toca, los temas del Comité Federal en el Comité Federal», dijo a cada pregunta sobre el 2-A. Y para justificar su silencio invocó una y otra vez su «lealtad» y «compromiso» con el presidente para no hablar de un asunto «que no corresponde» hasta que Zapatero anuncie su decisión.

Ni siquiera se prestó a matizar o añadir nada a las palabras del secretario de Organización, Marcelino Iglesias, cuando hace una semana dio por hecho que Zapatero no haría ningún anuncio extraordinario. Blanco no está ya por la labor de contribuir al ruido sucesorio. Y eso que en el Comité Electoral no ha sentado nada bien lo que llaman la «enésima maniobra» de la ministra de Defensa; esto es, una filtración en la que el PSC había pedido supuestamente a Zapatero que agotara su mandato y que no promoviera primarias hasta después del 22-M.

Desde Ferraz sostienen: uno, que «el PSC no decide ni los tiempos, ni los procesos del PSOE», como éste no decide los del partido hermano. Dos, que el PSC no está en su totalidad con Chacón. Y tres, que la ministra sólo pretende la división interna.