Barcelona

Goles que deciden un traspaso

Neymar, pretendido por el Madrid, marcó dos extraordinarios tantos al Flamengo / Thiago, amenazado por el fichaje de Cesc, hizo lo mismo con el Barça ante el Bayern

 
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El Real Madrid se olvidó del Kun porque pensaba en Neymar. Y partidos como el que jugó en la madrugada del miércoles al jueves le darán la razón. Dos goles, sobre todo el segundo, el tercero del Santos en el partido que terminó perdiendo contra el Flamengo (4-5), le dan la razón. Hizo una pared al borde del área y regateó a un defensa de Flamengo de manera increíble, jugando con sus piernas, pasándose la pelota por detrás para acabar regateando con la izquierda. El defensor de Flamengo no supo por dónde le llegaba y Neymar se plantó solo delante del portero para resolver. Un gol tan maravilloso que el Santos quiere dedicarle una placa conmemorativa como si Neymar ya fuera una leyenda a la altura de Garrincha y Pelé, los dos futbolistas que dan nombre al estadio de Maracaná. «Se lo merece. El regate final fue increíble, algo que nunca había visto. Me sentía viendo un espectáculo en Las Vegas en el que dos magos hacen desaparecer un elefante», asegura el presidente del Santos, Luis Álvaro Ribeiro.
Neymar parece decidido a esperar hasta diciembre para llegar a Madrid. No quiere seguir el ejemplo de Robinho, que se declaró en rebeldía para llegar al Bernabéu. Antes quiere ganar el Mundialito. Y el Madrid está dispuesto a esperar para recibir a un delantero capaz de marcar goles y de inventárselos. Porque Neymar no es un delantero centro habitual, de los que «sólo» saben meter goles. Es mucho más. Marca, pero su espacio de acción no se reduce al área, donde su gran nivel técnico también le permite ser decisivo.
El delantero del Santos, el último heredero de Pelé, se mueve por todo el ataque, tiene zancada para llegar desde atrás, como demostró en el partido contra el Flamengo y, aunque no es su lugar preferido, también podría desenvolverse por la banda si fuera necesario.
Maradona le llamó «maleducado». «Tiene que marcar más de 1.283 goles para compararse conmigo», dijo Pelé, el modelo para cualquier futbolista brasileño, y más si juega en el Santos. Pero Neymar sigue siendo un ídolo. Aunque el miércoles le ganara Ronaldinho, que además marcó tres goles para el Flamengo.
Por Domingo García


Cuanto más se acerca el desenlace del futuro de Cesc Fàbregas, más brilla la estrella de Thiago Alcántara. Como respondiendo a las dudas que existen en el entorno azulgrana sobre la conveniencia del fichaje del de Arenys, Thiago firma una declaración de intenciones en cada partido, dejando claro que el centro del campo del equipo de Guardiola está más que bien surtido de jugadores. El hispanobrasileño afronta su primera temporada como jugador del primer equipo y ha tardado bien poco en acaparar toda la atención. La Audi Cup disputada en Múnich ha servido para que los que aún no le conocían le descubriesen. Y nadie discrepa. Todos coinciden en que nos encontramos ante un jugador de un potencial enorme, al que sólo le puede traicionar su peculiar carácter.
Thiago ha mostrado todo su repertorio en los dos partidos del Allianz. Ha jugado junto a Iniesta en ambos y su conexión ha brillado con luz propia. El sistema de juego del Barça de Guardiola es muy característico y requiere unos jugadores con unas cualidades muy determinadas. Resulta sencillo saber si un jugador encaja en el sistema una vez ha disputados un par de partidos con Xavi, Messi, Iniesta y compañía. Villa, por ejemplo, se adaptó desde el primer momento y parecía que llevaba jugando en el Barça toda la vida. Ibrahimovic, en cambio, no pudo desplegar todo su potencial, enorme, en el conjunto azulgrana. Un gran jugador en el equipo equivocado. Con Thiago sucede como con el «Guaje». Su ADN futbolístico es ciento por ciento azulgrana. Técnica infinita, visión de juego y llegador. De los cuatro goles que lleva el Barça esta pretemporada, tres son obra suya. El último, ante el Bayern de Múnich, toda una obra de arte después de una rápida combinación con un compañero.
Las únicas críticas que ha escuchado Thiago apuntan a su carácter, pero Guardiola está muy tranquilo. «Su comportamiento puede llegar a confundir a alguien, pero es un chaval extraordinario y muy poco conflictivo», dice el técnico. Si acaba llegando Cesc, el conflicto lo tendrá él para elegir el once.
Por Luis Buxeres