Hollywood
Tom Tykwer / director: «Estoy harto de etiquetas»
Tom Tykwer habla por los codos. «Tres», su primera película alemana después de once años de coproducciones y viajes de ida y vuelta a Hollywood, intenta demostrar que, en contra de lo que dice la sabiduría popular, tres no son multitud.
–«Tres» parece defender la idea del adulterio como salvación…
–Quería lanzar una serie de preguntas sobre el modo en que convivimos. Tengo la sensación de que seguimos una serie de normas que han envejecido, que van por detrás de la manera en que pensamos. Hablo por mí: soy más abierto cuando hablo que cuando vivo. Soy más tradicional, tengo más miedos y tabúes en mi vida diaria que cuando expreso mis ideas sobre cómo vivo.
–El triángulo amoroso es una forma de superar el miedo.
–Querer a una persona no significa que no puedas querer a otra. Es algo que nos cuesta admitir pero que es evidente, y es ridículo no aceptarlo. Y no aceptarlo provoca un conflicto, incluso en personas que pertenecen a la burguesía, cuyo bienestar les ha permitido ser más conscientes de lo que desean y lo que descartan.
–«Tres» parece funcionar como una historia estrictamente berlinesa, a pesar de que aspira a ser universal.
–Los alemanes que acaban de entrar en la cuarentena han vivido al menos durante dos décadas en un país dividido. Un país que hablaba el mismo idioma pero con culturas completamente distintas. Dos personas de una ciudad como Berlín podían conocerse, después de la caída del muro, y no conocerse en absoluto; quiero decir, ser extraños el uno para el otro. Y ahí se enciende el gen de la curiosidad, que es un gen que nunca se pierde, no importa la edad que tengas. La curiosidad por explorar al otro, lo que desconocemos del otro.
–Y los límites de tu propia sexualidad.
–No hablo de sexo: la pareja que asegure que la pasión se conserva intacta a lo largo de los años, miente. O eso es lo que quiero pensar, porque en realidad los envidio. El caso es que, a medida que transcurre el tiempo, los miembros de una pareja van pareciéndose cada vez más, hasta convertirse en hermanos. Y es ahí donde aparece el personaje del tercero en discordia, que representa una novedad, que despierta de nuevo la curiosidad por el Otro.
–Consigue hablar de cosas serias con un tono despreocupado.
–Me lo pasé muy bien escribiendo el guión. Me reía, también me reía en el rodaje. Y eso no significa que la película no trate temas trágicos, pero intenté acercarme a ellos con ligereza. Estoy harto de las etiquetas: la vida es divertida y triste al mismo tiempo, en eso radica su complejidad.
El azar
«El azar, la coincidencia, es la fuerza motriz de muchas relaciones. Se trata de encontrar a la persona adecuada en el momento oportuno. Conocí a mi pareja actual cuando estaba preparado para comprometerme. Si la hubiera conocido en otro momento, no estaríamos juntos. La vida es una reacción en cadena», confiesa Tom Tykwer.
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