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El detective que veía muertos

Maurizio de Giovanni recupera su comisario atormentado y solitario«El invierno del comisario Ricciardi»Maurizio de GiovanniLumen. 384 páginas,18,90 euros.

El detective que veía muertos
El detective que veía muertoslarazon

El dolor. El comisario Ricciardi sufre el dolor existencial de una vida sin más horizonte que sentir íntimamente el sufrimiento ajeno. Porque a Ricciardi le hablan los muertos, los ve presentes en el lugar donde murieron asesinados como trazos que puntúan el Ná-poles fantasmagórico donde investiga sus casos criminales. «El dolor ajeno transformado en propio y convertido en una condición de vida», dice el narrador. «El invierno del comisario Ricciardi» es el primero de los cuatro relatos publicados por el escritor italiano Maurizio de Giovanni, cuyo subtítulo, «Il senso del dolore», advierte que el autor prima la «geografía de las emociones» sobre el relato policiaco. El éxito le ha acompañado con las aventuras del atormentado comisario Ricciardi, que se mueve en el Nápoles mussoliniano de 1931 e investiga los casos en un ambiente neorrealista de depresión. Una atmósfera enrarecida, al modo de Moravia y Malaparte, en la que habita este comisario depresivo, siempre al borde del hastío vital, con una soledad interior próxima a Cesare Pavese.

El rasgo esencial del cínico detective de la novela negra norteamericana es la soledad. La posmodernidad ha sobredimensionado la soledad y el abandono de estos antihéroes dotándoles de una complejidad existencial al borde del martirologio.
Marlowe es un detective romántico, nacido de las brumas del expresionismo. Ricciardi, como sus homólogos suecos, es más bien depresivo, pero con una entrega para resolver los casos criminales rayana en el sacerdocio. Como Johan Theorin, De Giovanni ha dedicado sus novelas a las cuatro estaciones, siendo el invierno en la que describe al comisario como «de pocas palabras y terco».

Un mundo violento
Es melancólico, pero con una característica: «Ve el último gesto de sus víctimas de muerte violenta y oye sus últimas palabras». Esta característica forma parte de la poética de la novela, que prefiere recrearse en la subjetividad del comisario y el mundo de entreguerras que en el caso criminal. Hay investigación, búsqueda del asesino, como en los típicos relatos de «¿quién es el asesino?», pero la trama es tan tenue como denso el mundo psicológico del comisario. Un mundo ya de por sí cargado de violencia: el fascismo. Papel pintado sobre el que se recorta el infeliz pero eficaz comisario Ricciardi.

Sobre el autor
 Excelente narrador y novelista de culto gracias a su raro y depresivo comisario Ricciardi
Ideal para...
 los lectores a los que les gustan las tramas detectivescas, pero también el mundo interior de los investigadores
Un defecto
La recurrencia a lo macabro y cierta tendencia al melodrama
Una virtud
El virtuosismo literario del que hace gala el autor
Puntuación 7