País Vasco

La Fiscalía exculpa a García Hidalgo

Sí ve indicios «consistentes» contra Pamiés y Ballesteros por el «chivatazo». El fiscal no precisa si cometieron un delito de colaboración con ETA

La Razón
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MADRID – Más de un año después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional echara por tierra el procesamiento de tres mandos policiales por el chivatazo a ETA en mayo de 2006, el juez Pablo Ruz tendrá que volver a decidir si sienta en el banquillo por el «caso Faisán» al ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo, al ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés y al comisario José María Ballesteros. Tras las nuevas diligencias practicadas, la Fiscalía sigue pensando que García Hidalgo no cometió delito alguno y, aunque aprecia una «consistencia incriminatoria» en los indicios existentes contra los otros dos imputados, elude precisar qué delitos pudieron cometer. La distinción no es supérflua. Sólo si incurrieron en un delito de colaboración con ETA la causa seguiría en la Audiencia Nacional y no en los juzgados de Irún, donde se produjo el soplo. Pero la Fiscalía no entra en esa peliaguda cuestión, como tampoco lo hizo la Sala de lo Penal cuando señaló «inconsistencias relevantes» en la instrucción e instó al juez a seguir investigando. Ruz, por tanto, tiene la llave. Si persiste en procesar a los tres imputados, la Fiscalía recurrirá de nuevo el auto y la Sala de lo Penal dirimirá otra vez la cuestión.
En su informe, el fiscal Carlos Bautista mantiene que respecto a García Hidalgo la investigación suplementaria no ha aportado en cuanto a él «diligencia alguna, concreta y específica, que vaya más allá de aquellas cuya suficiencia fue rechazada por la Sala» en septiembre pasado.

Pese al análisis de la Guardia Civil, a las nuevas declaraciones prestadas por los agentes que intervinieron en el operativo y a las periciales practicadas (en relación con las llamadas entrantes y la posibilidad de que se utilizara un teléfono satélite para el soplo), el fiscal Bautista sigue confiando en la versión del equipo investigador. Según la misma, fue Ballesteros quien facilitó el teléfono móvil a Joseba Elosua, dueño del bar Faisán (Irún), para que Pamiés le alertara de una inminente operación policial contra la red de extorsión de ETA.

 

El político que no podrá borrar su vinculación a ETA
La figura de Arnaldo Otegi da para mucho. Casi siempre negativo. O para, por ejemplo, escribir una biografía no autorizada sobre su figura («Otegi: el hombre nuevo», abajo, la portada) en la que los periodistas Mariano Alonso y Luis Fernando Quintero describen «su faceta como político» que «nunca podrá borrar su imagen vinculada a ETA». El contrapunto perfecto a la biografía autorizada con el objetivo de «no olvidar lo inolvidable» de la cara más visible de la izquierda abertzale, informa Elena Sicilia.