Israel
El «Rachel Corrie» no ofrecerá resistencia
El barco irlandés de la flotilla de Gaza «Rachel Corrie» «sigue acercándose» a la franja palestina y está dispuesto a llegar a Gaza en 24 horas.
JERUSALÉN- Calma tensa ante la costa de Gaza. El barco con bandera irlandesa «Rachel Corrie» se acercaba ayer imparable hacia la franja pese a la advertencia del Gobierno israelí de que no lo hiciera y se desviara hacia el cercano puerto israelí de Ashdod a descargar su contenido. «Nos comprometemos a que toda la ayuda humanitaria llegue al pueblo de Gaza una vez que haya sido inspeccionada por el Ejército. No queremos otro enfrentamiento», era el mensaje que lanzaba ayer públicamente el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman.Una solución diplomática que los activistas a bordo del «Rachel Corrie» rechazaron al tiempo que mostraron su determinación de atracar en la franja. No obstante, los 15 pasajeros a bordo han hecho saber que si la Marina israelí los detiene no utilizarán la violencia y obedecerán sus instrucciones, según comunicó Denis Halliday, ex vicesecretario general de la ONU y uno de los pasajeros del buque. El «Rachel Corrie» formaba parte de la flotilla de embarcaciones que fue asaltada el pasado lunes por la Marina israelí cuando pretendía acercarse a la costa de Gaza. Sin embargo, partió con retraso por problemas técnicos.Autrey Bomse, abogada de la plataforma organizadora de la flotilla «Free Gaza», reconoció a la radio del Ejército que el objetivo de su movimiento no es sólo llevar la ayuda humanitaria a Gaza –el «Rachel Corrie» lleva cemento, equipamiento médico, un TAC, juguetes y material educativo–, sino «enviar un mensaje a Israel», al que advirtió que «no pararán» de mandar flotillas hasta que Jerusalén levante el bloqueo sobre esta franja de la costa mediterránea.
Paradero indeterminado
Las informaciones contradictorias fueron una constante durante todo el día de ayer respecto a la posición del «Rachel Corrie». Aunque por la mañana se llegó a anunciar que el buque irlandés, con pasajeros VIP a bordo –como la premio Nobel de la Paz irlandesa Mairead Maguire–, no seguiría su ruta por la avería sufrida por los dos barcos que le escoltan y acusó a Israel de «sabotaje», a media tarde se confirmaba su ruta imparable hacia Gaza, a cuya costa podría llegar en la madrugada del sábado, según algunas informaciones.De seguir su rumbo, el barco obligará de nuevo al Gobierno israelí a actuar para impedir que el buque rompa el bloqueo que se mantiene sobre la franja desde 2007 para evitar la entrada de materiales que permitan el rearme de Hamas o la fabricación de cohetes caseros, de los que ayer se lanzaron cuatro desde Gaza hacia territorio israelí sin causar heridos. «Ningún barco llegará a Gaza», decía el jueves el primer ministro Benjamin Netanyahu a su fórum de siete ministros. Las negociaciones diplomáticas entre los tripulantes del «Corrie» y el Gobierno israelí se han hecho a través del Ejecutivo irlandés y del ex asesor del secretario general de la ONU, a bordo del barco. Según fuentes del Ministerio de Exteriores israelí, las conversaciones han ido bien y podría ser que el barco navegara directamente hasta el puerto israelí de Ashdod, donde el Ejército comprobaría la carga antes de trasladarla a Gaza.
Netanyahu suaviza el bloqueo terrestre pero no el marítimo
A la espera de ver cómo se resuelve el desafío del «Rachel Corrie», el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, parece dispuesto a suavizar el bloqueo de la franja de Gaza ante la presión internacional. Al menos así se lo hizo saber a Tony Blair, enviado del cuarteto internacional para Oriente Medio, formado por EE UU, la ONU, Rusia y la UE.Entre las medidas de alivio que se plantea Jerusalén está la eliminación de las restricciones en el tipo de alimentos que pueden entrar en Gaza y la inclusión de observadores internacionales en el examen de la carga que llevan los buques y que ahora realiza el Ejército israelí. Sin embargo, lo que es innegociable es que los buques puedan atracar en la franja. Como hasta ahora, todas las embarcaciones tendrán que seguir descargando en el cercano puerto israelí de Ashdod. En lo que también cede Netanyahu es en la propuesta estadounidense de formar una comisión internacional de investigación sobre el asalto de la flotilla. Una idea que también comparte su titular de Defensa, Ehud Barak, pero no el de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, que prefiere formar una comisión de juristas israelíes en la que pueda haber observadores internacionales.
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