París
Contador sí hay quinto malo
Alberto Contador no ha podido ampliar su triunfal racha de seis victorias consecutivas en grandes vueltas por etapas. El Tour de Francia le acaba de asignar una quinta plaza que deja indiferente al ciclista madrileño, quien después de conquistar el Giro de Italia acudió con la idea de firmar un doblete en la "grande boucle".
La imparable sucesión de victorias desde 2007, año de su estreno en el Tour, se ha visto cortada en una edición que desde la primera etapa se convirtió en una carrera de obstáculos para el ciclista de Pinto, por otra parte, "acostumbrado a situaciones incómodas".
De favorito número uno indiscutible al quinto puesto hay un abismo difícil de asumir para un ciclista en cuyo diccionario profesional solo existe la palabra ganar.
"¿Fuera del podio?. Yo vine al Tour para ganar", dijo Contador, quien, no en vano, procuró no echar por tierra el conjunto de la temporada, en la que ha conseguido 9 victorias. Arrancó la campaña en febrero, en la Vuelta al Algarve, un día después de obtener la absolución por parte de la Federación Española de Ciclismo respecto a su positivo por clembuterol en el pasado Tour de Francia.
Desde entonces, marcado por un proceso interminable que conocerá el veredicto final en el TAS los primeros días de agosto, Contador mostró su versión más ambiciosa, implacable. Ganó la Vuelta a Murcia, la Vuelta a Cataluña y el Giro de Italia, incluidos triunfos de etapa.
En Italia la exhibición fue total. Y compitiendo en el país transalpino la solución para su caso fue aplazada de junio a agosto. Se abrían las puertas para el Tour.
El Giro sí influye
¿Alberto Contador era partidario de participar en el Tour después de tres semanas en el Giro, con el recorrido más exigente de los últimos años? El madrileño ha asegurado "que el Giro no es la preparación más adecuada". Tal afirmación la recalcó a fuego en los Campos Elíseos, mientras miraba con añoranza la ceremonia de premios. "A ver si me dejan subir un rato al podio", bromeó.
Pero no era broma una conclusión que le ha dejado este Tour. "El año que viene nada de Giro, voy a venir al Tour a ganar", dejó claro.
La carretera no ha reflejado la mejor versión de Alberto Contador, afectado por otra parte por el infortunio desde la primera etapa. Una caída le hizo perder 1.20 a las primeras de cambio, y su rodilla quedó maltrecha. A remolque en la general, el madrileño no brilló en su terreno en el paso de los Pirineos, donde sus rivales no hurgaron en la herida para eliminarlo.
Hundimiento en los Alpes
"Los Alpes serán más decisivos", dijo entonces. Y fue en los Alpes donde se produjo el hundimiento del triple vencedor del Tour. El Galibier le apartó del tren de los favoritos, el día que Andy Schleck hizo una gesta inolvidable, de la que salió airoso Cadel Evans.
Contador trató de 'morir matando' al día siguiente con un ataque en el kilómetro 17 de carrera, en el Telegraphe. El zarpazo del campeón herido en su orgullo. Pero de nuevo le faltaron las fuerzas para rematar la faena, que no era otra que conquistar la cima del Alpe D'Huez. Ese día Andy y Evans se marcaron ajenos a las acciones del defensor del título.
La contrarreloj de Grenoble cerró la general. El líder del Saxo Bank solo fue superado por Tony Martin y Cadel Evans, pero quedó lejos de un podio que tampoco le hubiera hecho feliz.
Los problemas en la rodilla, el desgaste del Giro, la planificación de la temporada, el desgaste mental. Factores para analizar y sacar conclusiones. Nadie habla del final de un ciclo, pero queda una cuenta pendiente para el ciclista madrileño. Volver a demostrar que es el numero uno en las carreras de tres semanas.
Para ello deberá soltar un lastre que le acompaña desde el final del Tour 2010. La cima TAS será su próximo reto. La decisión del organismo de arbitraje marcará el camino. En un sentido o en otro.
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