Audiencia Nacional
Absuelto un acusado de jalear a ETA que «enseñó el culo» a unos ertzainas
La Audiencia Nacional ha absuelto a un hombre que se enfrentaba a 18 meses de cárcel por participar "borracho"durante las últimas fiestas de Bilbao en una manifestación a favor los presos etarras en la que, según el propio acusado, "enseñó el culo"a varios miembros de la Ertzaintza. El tribunal ha considerado que no ha podido acreditarse que jaleara a la organización terrorista ETA.
La sentencia, dictada este miércoles por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, sostiene que, "dado el griterío general", resulta "imposible"establecer que el acusado, Juan Madariaga Elorriaga, llamara "zipayos"y "txakurras"a los miembros de la policía autónoma vasca y profiriera de forma "audible"gritos como "ETA mátalos"o "Gora ETA militarra".
La resolución judicial, de la que ha sido ponente la magistrada Angeles Barreiro, llega a esta conclusión tras valorar que los tres ertzainas que testificaron durante el juicio "no coincidieron plenamente en que el acusado participara en la concentración lanzando las consignas que hubieran justificado"la aplicación de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.
A su entender, las declaraciones de los agentes, que señalaron que el acusado profirió "claramente"los gritos de apoyo a ETA y mantuvo una "actitud totalmente chulesca"con ellos, no reúnen "las exigencias de rotundidad para establecer, con certeza, más allá de toda duda, que el acusado participara en la demostración de aliento a los presos de ETA".
Enseñó las nalgas
No obstante, el tribunal considera probado que el acusado se bajó los pantalones "y mostró sus nalgas"a los agentes y a todos los presentes, tal y como éste reconoció durante el juicio, y que 15 minutos después de esta acción derramó una cerveza sobre uno de los agentes tras preguntarle: "¿Zipayo, tienes sed?".
Sin embargo, añade que el contexto de insultos, el lanzamiento de la cerveza y la "exhibición corporal previa"únicamente pueden constituir un "comportamiento irrespetuoso"o "una falta de respeto a los agentes"que, de poder acreditarse, conllevaría en todo caso una falta penal de maltrato.
A pesar de que Madariaga reconoció a preguntas de su abogado que se encontraba "borracho"porque había ingerido "cinco vinos, una botella de vino comiendo, un orujo, dos gin tonics y cinco cervezas", los magistrados de la Sección Tercera creen que no se puede constatar que "estuviera bajo los efectos del alcohol"ni que esa circunstancia "pudiera afectar al conocimiento y voluntad del acusado".
Sin constancia de "etilismo"
En este sentido, recuerda que la facultativa del Servicio Vasco de Salud que le atendió de una contusión en un ojo que habría sufrido durante un forcejeo previo a su detención "no hizo constar etilismo"en su informe porque, "aunque recordaba que tenía síntomas de embriaguez, pues tenía alguna dificultad para contar, concluye que sería leve".
De esta forma, el tribunal entiende que, a pesar de que pasaron 20 horas entre la detención del hombre y su traslado al servicio médico, su estado físico-psíquico "no pudo cambiar radicalmente", de modo que "su afectación por la probable ingesta de alcohol no le impidió relatar los detalles que figuran en el informe". "Concluimos --señalan los magistrados-- que guardaba el suficiente dominio de sí y de sus actos".
Durante el juicio, Madariaga aseguró no acordarse de los hechos, que se produjeron el 24 de agosto pasado, alegando que había consumido una gran cantidad de alcohol. "Mi cuñado me contó que habíamos estado vacilando a la Ertzaintza", dijo.
El fiscal Marcelo de Azcárraga pidió 18 meses de cárcel al considerar "acreditado"que el acusado mantuvo "una constante y absoluta falta de respeto"hacia los agentes, "humilló a las víctimas con consignas propias de ETA y exaltó a la banda".
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