Real Madrid

Rayo Vallecano

Este Madrid «pega» menos

Mourinho sólo echa en falta la puntería de la temporada pasada

Di María intenta deshacerse de la presión de dos jugadores rayistas. El argentino sirvió el primer gol en bandeja a Benzema
Di María intenta deshacerse de la presión de dos jugadores rayistas. El argentino sirvió el primer gol en bandeja a Benzemalarazon

Madrid- Más allá de los debates respecto al juego y la actitud, no hay ninguna duda de que el Real Madrid ha perdido parte de la pegada que le llevó casi volando al título de Liga el año pasado. Ni en los partidos que ha ganado, ni en los que el resultado ha sido negativo, el equipo ha exhibido la facilidad de gol del curso anterior. A las versiones previas a ésta del Real Madrid no le hacían falta muchas ocasiones ni un gran juego para engordar su marcador antes de que el rival tuviera tiempo, ni siquiera, de rechistar. Ahora tiene opciones de gol, muchas, –ayer se pudieron contar hasta diez–, pero el porcentaje de acierto no tiene nada que ver con el del equipo que batió todos los récords hace pocos meses: «Durante mucho tiempo la temporada pasada estuvimos muy acertados y por eso hicimos tantos goles, pero ahora no estamos jugando bien, ni tenemos la confianza a tope, es cierto, aunque no creo que sea el momento de estar preocupados. Antes, de tres opciones hacíamos tres goles, o cuatro de cinco», explicaba Mourinho, tan consciente como la mayoría de que este Madrid «pega» menos. «Supimos marcar los suficientes», aseguró el portugués en Vallecas sobre los dos tantos que permitieron a los suyos no aumentar la desventaja de ocho puntos con el Barça.
Después del retraso por el sabotaje, el Madrid tiró de oficio para sumar tres puntos en un campo incómodo y en el que sin alardes, sí se vio un bloque más motivado que el de las últimas derrotas: «Sí fuimos un equipo, porque si hubiéramos jugado con una actitud parecida a la de Getafe no habríamos ganado. Tuvimos la concentración y la motivación necesaria, aunque también les digo que se podía haber hecho mejor». La cuestión era salir ileso de un terreno de juego más pequeño de lo habitual y que el aplazamiento no dejase un mal recuerdo. «Es extraño, porque vienes aquí concentrado para jugar y te vas sin hacerlo y al día siguiente, hasta las tres de la tarde, no te confirman que sí habrá partido. Así que estoy contento», dijo «Mou».

Pizarras sin sorpresas

Paco Jémez ha convertido al Rayo en un equipo al que le gusta el fútbol elaborado. Ante el Real Madrid lo intentó, pero la posesión de balón fue para el equipo de Mourinho. El portugués no sorprendió a nadie por su sistema. Cambiaron algunos nombres, pero el equipo fue tan reconocible como casi siempre. Essien ocupó el lugar que hasta hace poco era para Khedira. La apuesta por Benzema le volvió a salir bien y Modric ejerció de Özil. La búsqueda vertiginosa de la portería rival se tradujo en el primer gol del equipo y el Madrid tuvo ocasiones suficientes al contraataque para haber logrado una victoria más amplia. Al final, recuperó el trivote cuando el partido estaba sentenciado.