Navarra
ETA amenaza con volver a atentar si no se negocia
El comunicado hecho público ayer por ETA no varía sus objetivos tradicionales, ni la fórmula de la negociación para intentar conseguirlos. Pone algún calificativo nuevo a un alto el fuego, cuya continuidad, aunque no lo diga de manera explícita, condiciona a que se produzca ese proceso de conversaciones y el logro de los fines que persigue
Es, en definitiva, un chantaje, una amenaza de la banda, por más que lo trate de vender como un gesto de buena voluntad, ya que la vuelta a los atentados queda abierta.
Capacidad operativa
A este respecto, hay que recordar que en las últimas semanas se ha intensificado la actividad de ETA en Francia, con el robo de vehículos y material para falsificar documentos y que, salvo que lo suspendiera ahora, sigue el chantaje económico a los empresarios. La banda, aunque debilitada, mantiene la capacidad de atentar y esta amenaza subyace en el comunicado.
Los terroristas, para que no haya dudas sobre sus propósitos, sitúan, en el segundo párrafo del texto que hicieron público ayer, «el diálogo y la negociación como instrumentos» y, a continuación, enumeran las que han sido sus exigencias tradicionales, por las que han asesinado a más de 800 personas.
Da la sensación, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, de que los pistoleros quieren retrotraerse a la situación anterior al atentado contra el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas, en diciembre de 2006, cuando la negociación con el Gobierno y los partidos estaba en marcha. Como si nada hubiera pasado desde entonces, ni siquiera aquella acción criminal en la que murieron dos personas.
En primer lugar, afirman que se deben «resolver las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación, que son el núcleo del conflicto político». Dicho con claridad, que se abra un proceso hacia la independencia del País Vasco, con la anexión de Navarra. «Sin Navarra, no hay solución», repiten desde hace muchos años los cabecillas de la banda y de su brazo político.
A continuación, vuelven a la fórmula de la «mesa de partidos», que se utilizó durante el anterior «proceso», en 2006 y 2007 y aseguran que «corresponde a los agentes políticos y sociales vascos alcanzar acuerdos para consensuar la formulación del reconocimiento de Euskal Herria y su derecho a decidir, asegurando la posibilidad de desarrollo de todos los proyectos políticos incluida la independencia».
ETA, que ha puesto la negociación como condición, se reserva el papel de garante, de supervisor, de vigilante para actuar, si las circunstancias lo precisan, con el uso de la fuerza, como el «primo de los zumos». Al Gobierno se le concede el papel de consentidor, ya que tiene que aceptar todo lo que se apruebe en esa mesa o en foros similares.
La lectura de este comunicado recuerda el de anteriores textos, cuando la banda habla de que «la ciudadanía vasca debe tener la palabra y la decisión sobre su futuro, sin ningún tipo de injerencia ni limitación» y que «todas las partes deben comprometerse a respetar los acuerdos alcanzados y las decisiones adoptadas». Palabras vacías, como ha demostrado a lo largo de su siniestra historia.
El asunto del «alto el fuego permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional» es otra trampa más, que los proetarras, y los que están deseando que se negocie con la banda, tratarán de asimilar a lo que ocurrió con el IRA. Falso.
Verificación imposible
Los terroristas irlandeses comunicaron que dejaban las actividades criminales y la verificación fue sobre la entrega de las armas. Lo único que ofrece ETA, es la verificación internacional del alto el fuego, algo que, además de resultar imposible, puede estar sometido a todo tipo de engaños. Los únicos capaces de este tipo de verificaciones son las Fuerzas de Seguridad y no los Brian Currin y demás «mediadores».
Los pistoleros tratan de hacer un guiño a los firmantes del Acuerdo de Guernica, en especial a Aralar, al afirmar su compromiso con «un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada», pero precisan que no «cejarán» en su «esfuerzo y lucha» (ya se sabe cómo lucha ETA) hasta alcanzar lo que los terroristas consideran «una verdadera situación democrática en Euskal Herria».
Como en 2006, aunque tampoco lo digan explícitamente, exigen que la Justicia y las Fuerzas de Seguridad dejen de actuar contra ellos. Hacen «un llamamiento a las autoridades de España y Francia para que abandonen para siempre las medidas represivas». Se trata del concepto de tregua bilateral, que tanto gusta a los terroristas ya que, al menos ante su mundo, les permite equipararse a Estados legitimados para el uso de la fuerza contra la delincuencia.
El panorama que plantea el comunicado, agregan las citadas fuentes, es el de una ETA que puede haber recobrado parte de su operatividad y que se siente con fuerza para echar un pulso al Gobierno y los partidos.
Ante esta situación, agregan, sólo cabe, como ocurrió ayer, una respuesta contundente por parte del Gobierno y la oposición. Y que se mantenga la actual política antiterrorista, que tanto daño ha hecho a la banda y su entramado.
Si ETA no percibe divisiones y comprueba, con la fuerza de los hechos, que la Justicia y las Fuerzas de Seguridad continúan con su trabajo en contra de la banda, y su entorno, al que no se debe permitir estar en las elecciones de mayo, se sentirá derrotada, aunque vuelva a los atentados. Plantear, aunque fuera a nivel teórico, una negociación, sería un desastre.
Lo que ETA no dice
NO plantea la entrega de las armas ni de los explosivos
ETA no anuncia la entrega de las armas y explosivos, que mantiene en su poder, por si decide a volver a cometer atentados. Las operaciones antiterroristas de los últimos tiempos han dejado a la banda bajo mínimos, pero todavía dispone de material para causar dolor y destrucción.
NO anuncia su intención de disol-verse ni integrarse en la sociedad
La banda tampoco plantea, en ningún momento, su intención de disolverse. Hace una vaga referencia a que quiere el fin de de la «confrontación armada», pero siempre condicionado a lograr sus objetivos estratégicos, que son los de siempre: la indepedencia del País Vasco, con la anexión de Navarra
NO ha incluido una sola mención a los presos y a la amnistía
Los presos de la banda son los grandes olvidados, pese a que los reclusos, en el comunicado que hicieron públicoen diciembre, reclamaban su participación en el «proceso» y que, dentro de la negociación, se exigiera la concesión de una nueva amnistía para todos ellos.
NO se pide perdón a las víctimas ni se ofrece reparación del daño
Los pistoleros también se han «olvidado» de los miles de víctimas que han causado a lo largo de su siniestra historia. Los anuncios que desde el entramado de la banda se habían formulado, se han quedado en nada. Los asesinos, como era de esperar, no se arrepienten de nada.
NO renuncia al chantaje ni a las labores de aprovisionamiento
ETA ha incluido el calificativo de «general» para el alto el fuego, probablemente para que alguien crea, como el surafricano Brian Currin, que ha renunciado al chantaje económico a los empresarios y a otros robos. No hay ninguna constancia de ello y, si hubiera renunciado, lo habría dicho.
NO incluye la palabra «definitivo» para referirse al alto el fuego
Al no incluir la palabra «definitivo» para el alto el fuego, puede volver a los atentados cuando quiera. La tregua es «permanente» hasta que los pistoleros decidan que deja de serlo, como ocurriócon el atentado contra el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
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