El inductor

Recurrir a un refrán es muy socorrido. Sobre todo, porque en castellano existen muchos para aplicar en cada ocasión. La UEFA ha abierto expediente al Real Madrid por el mitin de los minutos finales del partido de Ámsterdam con las dos expulsiones premeditadas: aquellos polvos trajeron estos lodos. En el expediente han sido incluidos Casillas y el guardameta suplente, Dudek, al ser considerados cooperadores necesarios.

La polémica tiene como protagonista principal a Mourinho, el inductor y, de nuevo, una vez más, ha creado un conflicto: quien siembra vientos recoge tempestades.

El entrenador madridista se sabía que es peculiar. En Inglaterra lo bautizaron como «The special one», y acertaron. Por donde va se distingue y si es necesario atropella la razón. De cuanto ocurrió en Ámsterdam hay detalles que no pueden pasar inadvertidos. Además de que la acción es éticamente reprobable, independientemente de que no choque con el reglamento, tiene la calificación de conducta impropia, las manifestaciones posteriores rozaron el ridículo. Por parte de Casillas quien pronunció una frase incomprensible y fue esperpéntico que el entrenador se quejara de las tarjetas. Culpó al árbitro cuando fue él quien pensó en la estratagema.

En el expediente están los directamente implicados Xabi Alonso y Sergio Ramos. A ambos les puede caer encima una sanción, que en el mejor de los casos será económica, como ha ocurrido en casos semejantes. La UEFA está hilando fino y al cancerbero barcelonista Pinto lo suspendió por dos partidos a consecuencia del silbido que detuvo a un contrario que iba solo hacia el marco.