Erupción volcánica

Los terremotos alarman a El Hierro

A las ocho de la mañana de ayer, los habitantes de la isla de El Hierro sintieron una fuerte sacudida. La tierra volvió a temblar y, pese a que conviven con los movimientos sísmicos desde hace ya cuatro meses, esta vez fue diferente.

La Unidad Militar de Emergencias coordinará los desalojos
La Unidad Militar de Emergencias coordinará los desalojoslarazon

MADRID- El terremoto, de 4,4 grados en la escala de Richter, fue el mayor desde que se iniciara la erupción submarina frente a La Restinga, el pasado 12 de octubre. Por la tarde, a las 18:10, el temblor fue aún más fuerte, de 4,4 grados. Fue el mayor registrado desde que aumentó la actividad sísmica, el pasado mes de julio, aunque, por su profundidad –22 kilómetros–, no se sintió de manera muy fuerte.

El primero, en cambio, se sintió en toda la isla y obligó a desalojar edificios como la sede del Cabildo. Según confirmaron algunos empleados, fueron dos de los más de 70 seísmos que azotaron ayer la menor de las Canarias. Ayer también se detectó un aumento del tremor (la señal provocada por el movimiento del magma bajo la tierra). Fuentes del Instituto Geográfico Nacional confirmaron a este periódico que se trata de las mismas señales que precedieron la primera erupción, y no se descarta una nueva salida de magma. Esta vez, todo apunta a que será más cerca del municipio de Frontera, al norte de la isla, y, de acuerdo con las mismas fuentes, «no tiene por qué salir de nuevo bajo el mar, puede ser en la costa, aunque los vulcanólogos no se atrevan a decir más».

Ante este panorama, la isla se prepara para nuevos desalojos. Los rumores sobre una evacuación del municipio de Frontera, de 4.000 habitantes, o de alguna de las localidades que pertenecen a este Ayuntamiento se propagaron todo el día. Fuentes cercanas al Pevolca (el comité que se encarga del seguimiento del fenómeno volcánico) aseguraron que ayer tanto la Unidad Militar de Emergencias (UME), desplazada a la isla desde hace más de un mes, como el Ejecutivo canario se plantearon desalojos, aunque finalmente no tomaron la decisión. Y es que no es una medida sencilla, pues se trataría de desplazar al 40 por ciento de la isla hacia el sur.

El campamento, preparado
Sin embargo, todo está listo. La UME, con el apoyo del Ejército de Tierra, comenzó ayer a trasladar a la isla de El Hierro el material necesario para instalar un campamento en el que inicialmente se podría albergar a 1.200 damnificados. El material está compuesto por tiendas modulares, cocinas, contenedores con duchas y todo lo necesario para dar servicio a la población, informa Efe.

En esta situación de prealerta hay sitio para una paradoja: el famoso túnel de Los Roquillos, que une Frontera y la capital de la isla, permanece abierto pese al aumento de la sismicidad. Durante tres semanas estuvo cerrado aunque los terremotos no superaban los 3 grados.
 

 

«Meses o años» de erupción
Los expertos no saben a ciencia cierta cuál será el próximo fenómeno volcánico que sorprenderá a los habitantes de El Hierro, ni cuánto tiempo tendrán que convivir con el volcán en activo. De acuerdo con fuentes del Instituto Geográfico Nacional, el aumento de la sismicidad, que comenzó el pasado mes de julio y se intensificó en octubre, «podría prolongarse durante meses o incluso años». Es lo que ocurre «en algunas zonas volcánicas de Islandia y de Italia».