OPINIÓN: Móviles

Le tengo dicho a muy reputados delincuentes que caerán todos por culpa de los móviles pero ellos siguen urdiendo sus maldades vía móvil y, a última hora, vía redes sociales. Pues allá ellos. Ya puestos, sepan ustedes que además de la última metedura de pata de un fiscal miniyó (Operación Huellas, 21 detenidos, 38 imputados, gran despliegue y luego nada) se ha sabido que recientemente un alto funcionario con mucho mando en plaza fue sorprendido, grabaciones de móvil incluidas, solicitando favores a una extranjera de muy buen ver a cambio de agilizarle los papeles, con tan mala fortuna que la extranjera resultó estar previamente liada con otro funcionario (¡Qué ambiente!) que se tomó el asunto muy a mal, como nos pasa a cualquiera habiendo cuernos por medio; total, que denunció al colega; le pincharon el teléfono y, oh maravilla, entró, entró, como en el tenis. El asunto lo han querido tapar de mala manera, como muerto mal enterrado de los que se obcecan en que ellos están vivos; un mínimo de decencia exigiría que estas cosas no se ocultaran a la opinión pública ni a la justicia. Y menos si, además, cunde paralela la especie de que en otra exitosa operación policial se grabó una conversación en que un funcionario le decía a su machaca que a fulana de tal había que legalizarla como fuera; según dicen, le aclaró el poncio al machaca que había que hacerlo porque se lo había pedido un alto funcionario para el que la extranjera sin papeles trabajaba. De lo del primer funcionario y la extranjera, doy fe; del segundo pueden darla otros. El problema es si alguien se lo va a preguntar o si nos van a seguir dejando con la cara de tontos que se nos puso hace un tiempo sin mejoría posible a la vista.