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La diplomacia de Mourinho

José Mourinho es feliz, trabaja más a gusto y no lo esconde. En una entrevista concedida al diario «L'Equipe», el técnico madridista reconoce que las relaciones con el presidente del club, Florentino Pérez, han mejorado en los últimos meses

 
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Ha logrado la simbiosis entre los distintos departamentos de la entidad y que todos remen en la dirección que él considera favorable para el equipo. «Trabajar bien no es sólo trabajar bien en el plano técnico y táctico, también implica la cohesión del grupo y mejorar la estructura del club. Con frecuencia pensamos que el fútbol se juega entre las cuatro líneas del terreno de juego durante 90 minutos, pero la preparación de un partido va más lejos. Hay muchos aspectos en el seno de un club que tienen impacto en los resultados. No digo que hay que dominarlos, pero sí controlarlos», expresó.

Mourinho incide en que los clubes que lo contratan saben de su forma de trabajar y tienen que asumirla, y que Florentino Pérez le conocía antes de nombrarle técnico del Real Madrid: «Hace ahora ocho o nueve meses que trabajamos juntos y hemos tenido que adaptarnos, el club y yo, pero la coherencia de nuestro trabajo no ha dejado de progresar. Personalmente, puedo decir que estoy mucho más satisfecho actualmente que de lo que estaba hace cuatro meses».

Es más, por esa evolución positiva en las interrelaciones del club y deportivamente del equipo, el portugués no tenía dudas de que el Real Madrid superaría la eliminatoria de los octavos de la Liga de Campeones. «Porque –justifica– el Madrid de esta temporada es mejor que el de la pasada». Benzema es precisamente uno de los jugadores en cuyo juego más se ha notado la mano de Mourinho y el técnico se congratula de la metamorfosis obrada en el delantero francés.

«Es mejor jugador porque su entrenador es exigente y le pidió un comportamiento diferente en los entrenamientos y en el campo. Se ha ganado el derecho de fallar ocasiones, pero no de perder la concentración, la agresividad, la participación creciente en el juego, el movimiento en profundidad, que no hacía mucho antes, y la reacción cuando pierde un balón», dijo, a la vez que alabó su capacidad de jugar en tres puestos diferentes. Además, evaluó que Benzema estaba «obsesionado» por lo costoso de su fichaje, pero que él cambió las cosas y le convenció de que tenía que triunfar «gracias a su esfuerzo, a la perseverancia y a la convicción».

En otro orden de cosas, Mourinho confesó que lo pasó muy mal cuando lo echaron del Chelsea inglés y estuvo unos meses sin equipo. Tiempo durante el que estuvo a punto de firmar como seleccionador inglés, pero finalmente lo desechó porque no quería «jugar un partido al mes».
El técnico portugués también pensó en aceptar una oferta del París Saint-Germain, pero decidió esperar a una propuesta de un «campeonato más potente, como son los de España, Inglaterra o Italia».


Primera derrota en casa
Mourinho sufrió ayer su primera derrota en casa desde que llegó al Madrid. Fue en un partidillo que enfrentó a los periodistas que cubren la información del conjunto blanco y a los miembros del cuerpo técnico. Ganaron los visitantes (2-3) y «Mou» jugó de portero. Hizo alguna parada de mérito y de vez en cuando abandonó su área para lanzarse al ataque. Una mala salida le costó el segundo tanto a su equipo.