Crítica de cine/«Legión»: Con poco ángel

Director: Scott Stewart. Intérpretes: Paul Bettany, Lucas Black y Dennis Quaid. Guión: Peter Schink y S. Stewart. EE UU, 2010.  Duración: 100 minutos. Terror.

En una joya del disparate del terror de serie Z, «Lucifer», tres ángeles se reencarnaban en humanos para combatir a un Belcebú adolescente disfrazado de rebelde «post-punk». En este otro disparate, bastante menos divertido que su gemelo setentero, son los ángeles los que traen el infierno a la Tierra siguiendo órdenes estrictas de su airado jefe. Es la única novedad de una película perezosa, que despliega toda su artillería digital –desde una nube de moscas diabólicas que pasa de largo sobre su objetivo hasta un chico de los helados, homenaje a Carpenter, demasiado bocazas para el bien de sus víctimas– con el fin de representar el Apocalipsis que se cierne sobre un área de servicio que reúne a la flor y nata del americano medio y a un ángel con aspecto de Terminator británico que se ha cortado las alas por despecho. Nadie se preocupa demasiado en explicarnos por qué el bebé de una camarera es tan importante para Dios y su agresivo ejército, ni por qué los zombis poseídos por las fuerzas del mal son tan fáciles de aniquilar. Lo que importa es el retorno de una nueva espiritualidad en un cine de terror que necesita la invocación de la fe y la esperanza en el ser humano para legitimar su existencia.