Hartos del Gobierno: «La paz social ha terminado»

SEVILLA- Los sindicatos han dicho basta. Si desde que comenzó la crisis se les ha acusado de cierta complicidad con los Gobiernos central y autonómico, esa cercanía ya ha quedado rota. Bien sea por la proximidad de la huelga general o por convencimiento, las centrales sindicales reniegan de las decisiones que el Ejecutivo central –con el respaldo permanente del andaluz– ha tomado en los últimos meses, desde la reforma del mercado laboral, la vinculación de las prestaciones por desempleo a la formación, o el reciente anuncio de la reforma de los servicios públicos de empleo.

En este sentido, el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, manifestó ayer que la aprobación en el Senado de la reforma laboral supone «un jaque mate» a los derechos de los trabajadores y alertó de que los próximos meses serán de «conflictividad social», porque, a su juicio, «la paz ha terminado con las distintas reformas anunciadas que son un ataque contra los ciudadanos».

El calendario de movilizaciones incluye una manifestación en Sevilla en defensa de la industria andaluza y otra el día 23 en Málaga, como anticipo de la huelga general del 29 de septiembre.

El seguidismo de la Junta de Andalucía a las decisiones del Gobierno central también es muy criticado desde los sindicatos. Pastrana aseguró que «el Estado y el Gobierno regional han renunciado al papel que se espera de ellos y se criminaliza a los trabajadores». Para UGT, vincular la prestación de desempleo a la formación con una reducción de 100 a 30 días para cobrar el subsidio de 426 euros –una de las últimas decisiones del Ministerio de Trabajo y que Griñán ha reclamado desde el primer momento– es una «chorrada».

«Los trabajadores desempleados no encuentran empleo no porque no tengan cualificación suficiente, ni porque no quieran trabajar y vivan del subsidio», sino que «no encuentran empleo porque no lo hay», opinó Pastrana.

Tampoco se salvan dos de las últimas decisiones de la Junta de Andalucía: la reforma de los servicios públicos de empleo y la del sector público empresarial. Sobre la primera, el secretario general de UGT-A, señaló que no está dispuesto a perder competencias en el SAE, ni regresiones de competencias ni tampoco reformas unilaterales por parte de la Junta de Andalucía.

Por su parte, el secretario general de CC OO-A, Francisco Carbonero, manifestó en declaraciones a Ep su «desconocimiento», aunque mostró su inquietud porque apunta «a que se van a privatizar los servicios públicos, buscando beneficios a costa de las dificultades de millones de personas y tras culpabilizar a los parados de su situación». Éste es el mismo temor que tiene Pastrana: «No aceptaremos que se monten chiringuitos para salir del paso políticamente», avisó.

En cuanto a la reordenación del sector público, el rechazo sindical es unánime, porque a la postura de UGT y CC OO hay que añadir el de otras centrales sindicales como CSIF o SAFJA. «Hace ya más de una década que la Junta crea distintos entes y servicios públicos paralelos a la Administración y UGT lo ha criticado y rechazado porque escapan al control de los servicios públicos», argumentó Pastrana.

Para UGT, «no se garantiza en absoluto que la reordenación sea positiva para la prestación de los servicios de la Junta», al tiempo que se vulneran «los derechos de los empleados públicos».

Ni siquiera se escapa el acuerdo de Concertación Social, «el único hilo que sostiene el dialogo entre empresarios, Junta y sindicatos». Para Pastrana, «tiene que continuar con el desarrollo previsto e imprimir mayores niveles de transparencia».

La corrección de Recio, «triste»
El portavoz de Infraestructuras del PP en el Parlamento, Jaime Raynaud, calificó de «verdaderamente lamentable y triste» que el consejero de Empleo, Manuel Recio, «corrija 48 horas después» al presidente de la Junta en lo que se refiere a la reforma del SAE. Griñán dijo que se desarrollaría a partir de septiembre y Recio aseguró que se negociaba con anteriordad en el marco de la Concertación. Para Raynaud, demuestra «el ridículo» que Griñán hizo en la reunión y «el fracaso» de la Junta en la gestión.