Con la piel de cordero

MADRID/BARCELONA- La baja de Khedira por lesión y la de Arbeloa por sanción obligan a Mourinho a dar más retoques al equipo de los que quisiera, y más aún se complica el once si Di María es descartado después del entrenamiento que ha programado hoy para las 12:00. Y es lo más probable. Así que, el técnico pide que no haya comparaciones con los clásicos recientes porque su equipo tendrá poco que ver con las últimas alineaciones. «Habrá cuatro o cinco cambios, seguro», garantiza. «No quiero pensar en esos partidos. Ni en los mejores ni en los peores. Es otro diferente. Para ellos debe ser básicamente con los mismos jugadores y para nosotros no». Con todo, su discurso, ocho clásicos después y una victoria, es lacónico y victimista. ¿Ha dado con la clave para ganarle una eliminatoria al Barcelona a doble partido? «No». ¿Favorito? «Nos ganaron aquí hace dos semanas», recordó, como si el tiempo se le hubiese parado el 10 de diciembre. «Es un gran equipo jugando con tres defensas, con cinco o con diez», añadió.

Apunta Mourinho que disponga el dibujo táctico que disponga se le va a criticar: «Si pongo a Coentrao de lateral derecho me van a criticar porque es zurdo; también si pongo a Lass, porque sin Khedira debería estar en el centro; si pongo a Pepe en el medio, porque es un gran central; si juego con trivote, me tacharán de defensivo, y si juego al ataque, también me censurarán. Si pongo a Higuaín, porque Benzema está en un momento fantástico, y si elijo a Benzema. porque el "Pipa"hizo el gol de la victoria ante el Mallorca... Vamos a intentar ganar, eso sí». Aunque el que pierda la eliminatoria tendrá una carga menor de partidos en febrero y, aunque la Copa es la tercera de las prioridades madridistas, «no seamos hipócritas, a todos nos gusta jugar esos dos partidos de más».

Dice que sólo se juega su «satisfacción personal, estar feliz o triste al día siguiente»; porque, se pregunta: «¿Cuántos títulos tengo que ganar para que en cada clásico no se juegue mi carrera como entrenador?». Tampoco le gusta que a Cristiano se le examine si no es el hombre del partido: «En la segunda parte contra el Mallorca trabajó como un animal. No permitiré que nadie le toque jugando así o vamos a tener un problema. No lo voy a permitir», avisa.

No son Guardiola y Mourinho dos personas que se parezcan demasiado, más allá de su pasión por el fútbol. Pero el técnico azulgrana coincidió ayer con uno de los argumentos del luso. «La Liga es la competición más importante, la ‘‘Champions'' es la más bonita y, quizás, la Copa sí sea la que menos trascendencia tiene. Pero eso no quiere decir nada. Vamos a Madrid a ganar y ellos también lo harán», expuso. Si «Mou» presumió ayer de palmarés, no lo hizo Pep, dejando muy claro que tiene maneras de pensar muy diferentes a pesar de todo. «Tengo mucho que perder, el crédito no existe en el deporte. Todo hay que volvérselo a ganar. El día en que vivamos de lo que hemos hecho, correremos menos», subrayó.

Los dos equipos llegan al enfrentamiento con algunas bajas. En las filas azulgrana, Guardiola apenas dispone quince jugadores del primer equipo y ha tenido que recurrir al filial –Dos Santos, Sergi Roberto, Montoya y Cuenca– para completar la convocatoria. El once, eso sí, será de lo más reconocible y es posible que se repita respecto al partido del 10 de diciembre. Con una pequeña salvedad, enorme para muchos, en la portería. Desde que asumió el primer equipo, Guardiola ha contado con Pinto en todos los partidos de Copa que ha disputado su equipo. No fue una excepción el año pasado en la final de Mestalla y no lo será esta vez, en la eliminatoria ante el mismo rival. «Tengo mucha confianza en Pinto, se merece jugar. Si no lo pusiera, me traicionaría a mí mismo y a él», remarcó.

Guardiola no sabe cómo planteará el partido el Real Madrid. «Mourinho ha utilizado distintos sistemas contra nosotros, con el Inter y con el Madrid. Esperaremos cinco o diez minutos e intentaremos adaptarnos rápido a su planteamiento», señaló en vísperas de un clásico sin favoritos.