Enfermedades
Mascotas protegidas ante cualquier peligro
Cada vez más gente contrata un seguro para su animal
MADRID- Calor, insolaciones, cambio de residencia... Vacaciones de verano y mascotas son, a veces, una combinación explosiva. Con la temperatura aumenta también el riesgo de enfermedad entre los animales: leishmaniosis, deshidratación o quemaduras en las pezuñas por el contacto con el asfalto. ¿Qué se puede hacer? Además de evitar las horas centrales para los paseos o mantener el agua fresca durante todo el día, los propietarios más precavidos pueden asegurar a su mascota contra enfermedades y accidentes.
La legislación española sólo obliga a la contratación de un seguro de responsabilidad civil para razas peligrosas, que además suele incluirse en los seguros de hogar. Sin embargo, la asistencia médica veterinaria ha sido y sigue siendo un gasto asumido por el propietario. Lo que los seguros ofrecen es cubrir, por el precio de una póliza, los gastos derivados de la asistencia por enfermedad o accidente. En EE UU la legislación obliga a la suscripción de un seguro médico para todos los animales. En España sólo la vacuna contra la rabia es legalmente exigible.
El profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio, José Luis Villaluenga Besaya, es además asesor de servicios veterinarios en Acalanthis. Villaluenga explica qué beneficios tiene una póliza más allá del aseguramiento: «Si un dueño tiene hasta 1.000 euros de gastos veterinarios cubiertos, no escatimará en pruebas diagnósticas. Eso redundará en una mejora de la salud de la mascota y, por último, en su estado anímico». Villaluenga defiende que «la relación emocional entre un dueño y su mascota depende del espacio que ocupe ésta en la vida de su amo. Si el dueño no puede sufragar un tratamiento médico, difícilmente habrá un vínculo afectivo fuerte, de protección ante la adversidad». A ojos del experto, existe una fórmula óptima que aúna los beneficios de las igualas y los seguros. Las igualas son una forma de cheques de fidelización que emiten las veterinarias por medio de los cuales, los clientes tienen descuentos en cirugías y pruebas mayores, además de gratuidad en los tratamientos de prevención. «El seguro está más relacionado con la enfermedad que se cubre una vez acontece».
Así operan algunas aseguradoras como Mapfre, que actualmente tiene más de 62.000 animales asegurados. Según datos de la compañía, mantener a una mascota cuesta unos 1.500 euros al año, de los que un tercio corresponde al concepto veterinario. Es más: «una intervención quirúrgica de urgencia puede llegar a los 2.000 euros. El seguro de coberturas básicas cuesta 70 euros al año», defiende la empresa.
Riesgos cubiertospor contrato
Desde la asistencia médica veterinaria –vacunas, curas, intervenciones quirúrgicas, radiografías, etc.– hasta la estancia en residencia canina por hospitalización del dueño. Aunque es un sector relativamente inexplorado, el de seguros veterinarios es flexible y emplea toda la experiencia recogida después de años de aseguramiento de los humanos. Las pólizas se ajustan a cada cliente y su mascota y pueden llegar a cubrir, incluso, los gastos derivados por la búsqueda de mascotas extraviadas o indemnización en caso de robo o muerte. El valor final de la compensación se calcula en función de la raza o el nivel de adiestramiento del animal.
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