Sevilla

Arenas tiene cuatro meses para conservar la mayoría absoluta y presidir la Junta

Javier Arenas sería hoy presidente de la Junta de Andalucía si las elecciones autonómicas se hubieran celebrado junto a las generales, como ha ocurrido desde 1996. Griñán se saltó esta costumbre de Chaves con la oposición de Rubalcaba, Zapatero o Guerra, entre otros, y habrá que esperar hasta marzo para despejar la incógnita.

El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, ayer, en la sede regional
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, ayer, en la sede regionallarazon

Sevilla- La extrapolación de los resultados de las elecciones generales a las autonómicas daría la mayoría absoluta al PP-A, que obtendría 58 diputados de los 109 de la Cámara andaluza. Le sobrarían tres para gobernar. El PSOE se quedaría en 44 diputados y perdería 12 con respecto a los 56 actuales. IU se quedaría con la misma representación, 6. El único escaño que pierden los socialistas y no ganaría el PP iría a parar para UPyD, la formación revelación de los últimos comicios.

La traslación de unos resultados a otros no es exacta. Hay que esperar al censo electoral –la provincia de Cádiz, por ejemplo, ha perdido un diputado en las generales por los ajustes de población– o el número de votos.

Para los intereses del PSOE-A, ¿ha acertado Griñán agotando la legislatura? Ésa es una cuestión que está por resolver. La ventaja del PP no es tan concluyente, y algunos interpretan que con la Junta de Andalucía en juego, el apoyo de los votantes socialistas hubiera sido mayor haciendo imposible la mayoría absoluta del PP en la región, no así en el Congreso de los Diputados.

Pero también existe otra teoría. La tendencia de las últimas elecciones muestra que el PP va al alza y el PSOE a la baja. En las municipales de mayo, la distancia a favor de los populares fue de 292.173 votos. En las del pasado domingo, la cifra se amplió a 391.274. En seis meses, la grieta se ensanchó en 100.000 sufragios. Quedan cuatro meses para las autonómicas y la decisión de Griñán, entienden, no frenará esa dinámica.


Lo que sí está claro es que con los resultados de las elecciones generales el PSOE no conservaría la presidencia de la Junta. Ni tan siquiera su exigua victoria en la provincia de Sevilla le serviría para ganar terreno al PP. Según los datos, socialistas y populares empatarían a 8 diputados en las autonómicas. La diferencia de menos de tres puntos se traduciría en un empate técnico. Los otros dos escaños serían para IU y UPyD.

En el resto de provincias, los comicios generales han servido para consolidar la ventaja del PP. En Cádiz, el resultado sería de 8 a 6 a favor del partido que lidera Arenas; en Almería, 8-4; en Córdoba, 6-5; en Granada, 7-5; en Huelva, 6-5; en Jaén, 6-5; y en Málaga, el PP se haría con 9 diputados por 6 del PSOE.

El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, auguró ayer que el crecimiento de su formación será «imparable» ya que cada vez existe «mayor margen de confianza» por parte de los ciudadanos.

En el PP no hay miedo a que los ajustes que emprenda Rajoy a partir de diciembre erosionen la imagen de los populares. Aseguran que los ciudadanos entienden que en la coyuntura actual hay que realizar sacrificios siempre que se mantengan las políticos sociales. Sitúan como ejemplo los resultados obtenidos en las comunidades donde ya gobiernan, como Madrid o Valencia, en las que han mantenido la diferencia con el PSOE. «Los gobiernos que hacen eso son responsables», sentenció.