Zoido quiere certificar ante notario que será el próximo alcalde

Por ello, el alcaldable del PP lanzó ayer el guante para quien lo quiera recoger: «Lo ideal sería pasar por un notario ante el que firmemos todos los candidatos que vamos a dejar gobernar a la lista más votada», aseguró. Y es que, como tiene muy presente, tras las elecciones del día 22 no hay más escenarios posibles que «reeditar el pacto» que «ha llevado a Sevilla donde la ha llevado o que gobernemos nosotros», dijo. Acerca de este tema, el candidato socialista, Juan Espadas, replicó que «ahora las encuestas ponen nervioso a quien ya se veía alcalde y empieza a decir ‘por favor, la lista más votada', cuando hay que dejar que sean los ciudadanos quienes decidan».

No obstante, Zoido se mostró convencido de que ese hipotético acuerdo sellado no será necesario, porque obtendrá «una mayoría suficiente que nos permita gobernar con seriedad, con un proyecto coherente», a la vez que «equilibrado», que «no va a excluir a nadie». Y, para ello, el popular volvió a apelar «a la sensatez, al ánimo, a la inteligencia, a la cordura» e incluso «al corazón de miles de sevillanos que habiendo votado al Partido Socialista o a otros» están «cansados» y «avergonzados»; los mismos que «me dicen, en muchos sitios donde voy, que me van a prestar el voto».

Una confianza brindada de la que cree que no se arrepentirán, pues él –se comprometió– la devolverá «con garantías después de gestionar con eficacia, ilusión y transparencia y dando mucha participación».Para convencer a los indecisos, les recordó Zoido que «en un lado hay una coalición formada por el señor Espadas y el señor Torrijos y al otro lado estoy yo» y serán ellos los que «decidirán el día 22 si quieren una cosa u otra».

Poco después, en presencia del candidato a gobernar la capital, Javier Arenas, presidente del PP andaluz, trasladó el mismo razonamiento al plano provincial para afirmar que su partido «pide el voto a toda la sociedad, porque sabemos que más del 70 por ciento de los ciudadanos, coincidan o no con las ideas del Partido Popular, quieren cambio», por lo que pronosticó que «va a haber muchas personas que, no estando de acuerdo con todos nuestros postulados ideológicos, digan que merece la pena darle una oportunidad al PP».

Abundó en ello José Luis Sanz, presidente del PP de Sevilla, que hizo hincapié en los «miles de sevillanos» que «están hartos de que el PSOE traicione permanentemente a la provincia y de que ésta sea noticia» por los «casos de corrupción de los socialistas».

El río, para todas las edades
En cuanto a las propuestas presentadas ayer por Juan Ignacio Zoido, fue el turno del entorno del Guadalquivir. El alcaldable propuso «rehabilitar y dar nuevos usos desportivos, de ocio y diversión» al paseo Juan Carlos I y al de Torneo para conseguir, «con fondos europeos», convertir esa orilla del río en un «nuevo espacio sostenible, saludable y de encuentro de los sevillanos».

Entre sus objetivos, se sitúa hacer de la zona un espacio del que puedan «disfrutar todos los ciudadanos», por lo que ha proyectado actividades deportivas –como un rocódromo– y de ocio para todas la edades, entre las que se encuentran un kiosco bar, un solárium, juegos infantiles y máquinas para mayores. En definitiva, iniciativas para hacer del «Guadalquivir la gran avenida peatonal de Sevilla».

Los «mejores candidatos de la historia» para el «cambio» en la provincia
El Partido Popular presentó ayer «las mejores candidaturas que nunca ha presentado en la historia», en palabras de Javier Arenas, presidente del PP-A, en presencia de las 105 personas que optan a ser alcaldes de los municipios de la provincia tras las próximas elecciones.

De ellos, destacó Arenas el 40 por ciento de mujeres, así como el «espectacular» rejuvenecimiento en las listas del PP en la provincia, con una edad media de 46 años y con hasta 33 menores de 40 años. «Hoy, los equipos antiguos están en otro sitio y aquí están los equipos jóvenes del futuro», señaló.

El presidente de los populares andaluces –que pronosticó, para dentro de cuatro años, varias filas de alcaldes en la misma foto– estableció como retos «que vuelva la confianza a la sociedad y superar los viejos tiempos» y realzó el trabajo de los populares de la provincia «para que, al final, Sevilla no sea el cerrojo de nada, sino la puerta abierta a la confianza del futuro».

La «luz al final del túnel»
Los ciudadanos «van a dormir más tranquilos el 22 de mayo al saber los resultados electorales de esta provincia clave en el cambio en Andalucía y España», pues «van a ver la luz al final del túnel de la crisis», afirmó. Mientras el PSOE «habla de odio, rencor y pasado, nosotros queremos hablar de futuro, concordia y, sobre todo, de oportunidades», añadió.
Por su parte, José Luis Sanz, presidente de los populares sevillanos, definió a los candidatos presentes como los «de la ilusión y del próximo cambio político en la provincia», destacando las 74 caras nuevas –70 por ciento– con respecto a las últimas elecciones.

Contienda de campaña. 105 batallas
En cada uno de los pueblos de Sevilla se juega el PP mucho más que una Alcaldía utópica o el presupuesto de una Diputación, pese a todo, lejanísima. Perderá la guerra de la provincia, en términos globales, pero necesita arañar votos en cada localidad para quebrar en las elecciones autonómicas y legislativas la disciplina de los socialistas, que no es prusiana sino estomacal. Pequeñas escaramuzas (consolidar Tomares, conquistar Gines, pactar con los andalucistas en Coria, hostigar a Toscano, hacerse notar en la Campiña…) que permitan limar las dádivas del PSOE en empresas municipales, mancomunidades y consorcios de toda jaez. Enchufado que se vea en el paro, abstencionista seguro. Y al revés: militante colocado, sinónimo de fidelidad. El Poder con mayúscula se gana cuota a cuota. Las que reparte el poder con minúscula.