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«El contagio del sida no existiría si todos los infectados se trataran»

n Vio cómo irrumpía el sida en la sociedad y ha formado parte de ese grupo de investigadores que han logrado cronificar la enfermedad. Sin embargo, dice que si de algo se siente orgulloso es de haber creado un equipo que se desvive cada día por conocer más acerca del VIH y sus consecuencias. No en vano, el grupo del Instituto IrsiCaixa es uno de lo más competitivos a nivel mundial. Además de investigar y coordinar, Clotet saca tiempo para conseguir fondos para la Fundació Lluita Contra la Sida, que dirige. «Pido que no se recorte ninguna ayuda a la investigación, es más, pido que aumenten, porque es una de las maneras más eficientes de salir de esta crisis económica».

 
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–¿Qué se sabe del virus hoy por hoy?
–Se sabe que existe del tipo 1, el más prevalente, y del tipo 2. Del virus se conocen muchos subtipos y, en función de cada uno de ellos, a veces hay mas facilidad de desarrollar resistencias al tratamiento o hay menos sensibilidad a unos fármacos.

–¿Hay una cierta relajación de la sociedad en la prevención de la infección?
–En Cataluña se está llevando un buen control, se declaran todos los casos y eso puede hacer que parezca que crece el número de enfermos. No obstante, se sabe que han subido los casos de enfermedades de transmisión sexual porque la gente no utiliza correctamente el preservativo y, aunque los casos de sida globalmente no aumentan, sí parece que lo hacen entre la población homosexual joven. Esto ocurre en toda Europa porque la gente joven no ha vivido los inicios de la epidemia, ni ha vivido lo terrible que era el sida y, en cambio, tienen amigos que son seropositivos y que tomando un único comprimido al día se encuentran bien y piensan que vale la pena asumir el riesgo.

–¿Cómo concienciar entonces?
–Si bien es cierto que se puede controlar el sida con un sólo comprimido al día y que las probabilidades de que las personas infectadas tengan una esperanza de vida larga son muy altas, también lo es que una persona puede infectarse con virus resistentes. Un 5 por ciento de los enfermos es portador de este tipo de virus y el tratamiento para ellos es más complicado. Por otro lado, los tratamientos pueden, a la larga, afectar a los huesos, al riñón, al hígado... Además, el virus, por sí solo, es un factor de riesgo cardiovascular igual de importante que el tabaco o la diabetes por lo que se envejece más rápido.

–Más allá de la responsabilidad de cada uno, ¿en qué debe basarse la lucha contra el sida?
–La forma de llegar a controlar la epidemia en los países desarrollados es conseguir la erradicación del VIH, una vacuna terapéutica y otra preventiva, y tratar a todo el que está infectado. Porque si todos lo que se han infectado se trataran, la probabilidad de transmitir la enfermedad se reduciría casi a cero. Por eso es tan importante identificar a los que se acaban de infectar ya que son los que transmiten más rápidamente la enfermedad.

–¿En qué está trabajando el IrsiCaixa?
–Estamos investigando sobre la imunopatogenia, es decir cómo el virus lesiona el sistema inmune y cómo progresa la enfermedad. También se está trabajando en cómo se puede erradicar el VIH en las personas ya infectadas, en el diseño de nuevos fármacos que inhiben la entrada del virus en la célula, en la identificación de nuevas dianas terapéuticas, en la evolución del virus, en las coinfecciones como la hepatitis C o la del virus del papiloma humano y sobre nuevos retrovirus asociados al cáncer.

–En cuanto a la vacuna, ¿qué papel tiene este centro?
–En 2006 nació el proyecto Hivacat, que se centra en buscar la vacuna, al unirse los dos grupos más competitivos, el que dirige el doctor Gatell en el hospital Clínico de Barcelona y el Irsicaixa. El proyecto está dirigido científicamente por Christian Brander que trabajó durante 14 años en Harvard. Con todo, hay diseños muy prometedores de inmunogenes que empezaremos a ensayar en fase I en seis meses. Además, con el grupo, muy potente, del doctor Mariano Esteban, en Madrid, colaboramos en un ensayo clínico de la vacuna que ha diseñado.

–¿Qué posición ocupa España en la investigación sobre el sida?
–Lo que es relevante es el gran nivel de investigación al que se ha llegado y el poco tiempo en que se ha conseguido. Hace diez años, España no estaba en el mapa de la investigación sobre el sida y ahora es uno de los países más competitivos.

–También dirige la Fundació Lluita Contra la Sida, ¿cuál es el «leitmotiv» de ésta?
–La fundación nace hace casi 20 años y surge con la idea de desarrollar la investigación clínica. Desde entonces se han realizado más de 400 estudios. Otra de nuestras prioridades ha sido y es la de dar respuesta a las necesidades de los pacientes antes, incluso, de que lo haga el sistema sanitario. Por ejemplo, hace unos años la lipoatrofia aterrorizaba y estigmatizaba a los pacientes y empezamos a realizar cirugía de forma gratuita para que pudiesen recuperar una apariencia normal.