Un año más para rebajar el déficit y 30000 millones para la banca

BRUSELAS- España tendrá margen. Los ministros de Economía de la eurozona acordaron anoche una prórroga de un año, hasta 2014, en la hoja de ruta prevista para que España reduzca su déficit excesivo para volver a situarlo por debajo del umbral del 3% del PIB. En concreto, la UE acordó que España podrá acabar 2012 con un 6,23% de déficit y alarga hasta 2014 que lo sitúe al 2,8%.

La prórroga se concede tras constatar que el Gobierno de Mariano Rajoy ha tomado «medidas eficaces» para recortar el déficit y por el «empeoramiento significativo de la situación económica en España», según ha dicho Juncker.

«Las autoridades españolas deberán poner fin a su actual situación de déficit excesivo de aquí a 2014», señalaron anoche los ministros europeos de fianzas, y a cambio tendrán que adoptarse «sin demora medidas adicionales» este mismo año para compensar la desviación que ya se ha sentido durante el primer semestre. Este texto presentado por la CE será ratificado hoy por el Ecofin.

30.000 millones antes de fin de mes para la banca
«Hemos alcanzado un entendimiento político sobre el memorando de entendimiento, sobre las condiciones para el sector financiero» español, afirmó Jean-Claude Juncker, quien reveló que el vencimiento del préstamo será de hasta 15 años, con una media de 12,5 años.
El acuerdo permitirá facilitar a España un «primer desembolso de 30.000 millones de euros para finales de mes, que será movilizado como contingencia, para el caso de necesidades urgentes en el sector financiero español», señaló el primer ministro luxemburgués.
El Eurogrupo prevé dar su autorización definitiva al préstamo europeo el próximo día 20, según dijo por su parte el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn.
«Se trata de una decisión importante que ha sido posible gracias al trabajo muy intenso del equipo de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo, de la Autoridad Bancaria Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la buena cooperación de las autoridades españolas», señaló el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios.
«Vamos a seguir trabajando con la misma intensidad, de manera que el memorando de entendimiento pueda ser finalizado y aprobado definitivamente el 20 de julio», afirmó Rehn.

Medidas estructurales
Tras la reunión, el presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker, fue contundente al afirmar que la situación de España es «compleja pero viable». Así, los Diecisiete reclamaron al Gobierno de Rajoy que se apliquen de forma estricta los presupuestos de 2012 y los planes de ajuste presupuestario de las comunidades autónomas. «Pedimos a España que aplique las medidas y que reequilibre las finanzas de las Comunidads Autónomas», indicó Juncker a los medios de comunicación, tras la reunión de los ministros de Finanzas de la UE. Las autoridades españolas deberán también presentar antes de finales de julio, el plan presupuestario plurianual para 2013-2014 anunciado, incluyendo una estrategia presupuestaria a medio plazo que especifique plenamente las medidas estructurales necesarias para lograr la corrección del déficit excesivo de aquí a 2014», indica el acuerdo.
Con todo, también quieren que Madrid esté dispuesto a «adoptar nuevas medidas si llegaran a materializarse los riesgos que pesan sobre los planes presupuestarios y acelerar la reducción del déficit en 2013 y 2014 si las condiciones económicas o presupuestarias resultaran mejores de lo esperado». De este modo, el objetivo de déficit será para 2012 del 6,3%, del 4,5% en 2013 y del 2,8% en 2014.

El ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, fue muy activo a la hora de respaldar esta concesión a España e invitó a sus homólogos desde su llegada a la reunión a examinar con «espíritu positivo» la propuesta de la CE en este sentido porque, a su juicio, los compromisos deben respetarse pero a la vez debe tenerse en cuenta la situación de la economía y la capacidad del país de cumplir. La negociación contó con un sobresalto cuando esta recomendación de la Comisión fue vetada por el pequeño Luxemburgo en el seno de la reunión de embajadores de la Unión.

Algunas fuentes relacionan las trabas de Luxemburgo con el paquete de nombramientos para cargos económicos sobre los que se tenía que decidir, entre ellos la sustitución de José Manuel González-Páramo como miembro del Comité Ejecutivo del organismo, al que aspiraban Luxemburgo y España.