Los Cronenberg ocupan Sitges por Carlos PUMARES

SITGES- El Festival de Sitges acogió ayer, tras pasar el día antes «Cosmópolis» de David Cronenberg, el debut como realizador de su hijo Brandon con «Antiviral». La película es un ejemplo de liarse y salir sin saber qué ha pasado. Es su ópera prima en la que el realizador no oculta su deuda con la obra de su padre. Sin embargo, todo está explicado de una manera muy liada. Uno se pregunta si es necesario que vaya a concurso esta obra.
Afortunadamente una muy buena película es «The Tall Man», de Pascal Laugier. Magnífica obra que une varias líneas argumentales perfectamente ensambladas. El dato real que ofrece –la desaparición de miles de niños cada año en Estados Unidos– se ejemplifica a través de un pueblo minero convertido en pueblucho tras el cierre de la mina. Ahí desaparecen pequeños, un total de 18 que dibujan un drama muy bien contado y con sorpresas. No conviene perdérsela cuando se estrene porque es un ejemplo de buena narración.

Y un detalle. La noche del martes pudimos ver el «Drácula» de Dario Argento, en 3D y con las molestas gafas. Está producida por Enrique Cerezo, que firma también el guión. La película de Argento es vieja, mala, torpe y tremenda.